Un misterio teológico

La Trinidad es un gran misterio teológico. La Biblia enseña que la divinidad consiste en tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, y que cada una de ellas es totalmente Dios. Un ejemplo que ilustra claramente la Trinidad es el momento del bautismo de Jesús. Las tres divinas personas estuvieron presentes y activas. El Hijo vio al Espíritu Santo que bajaba sobre él en forma de paloma y se oyó la voz del Padre, expresando amor y complacencia por el Hijo. “Y Jesús, después que fue bautizado, subió enseguida del agua, y en ese momento los cielos le fueron abiertos, y vio al Espí?ritu de Dios que descendía como paloma y se posaba sobre él. Y se oyó una voz de los cielos que decía: ‘Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” (Mateo 3:16,17).