CARDIOLOGÍA PARA TODOS

Dieta mediterránea

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Dr. Ernesto Díaz ÁlvarezSanto Domingo

¿Conoce usted la dieta mediterránea o mejor dicho la relación entre una adecuada alimentación y una óptima salud? Dicen que sin alimentación no hay vida, pero es prudente señalar que sin una buena alimentación no hay salud. Desde la antigüedad, los humanos han relacionado la alimentación saludable con el bienestar del cuerpo. Este concepto, producto de la observación, ha sido transmitido de generación en generación hasta nuestros días. La dieta mediterránea es, desde su origen, una forma de alimentarse muy saludable. En la sociedad occidental muchas enfermedades guardan una relación muy estrecha con la alimentación. Demostrado por múltiples estudios, especialmente en los países desarrollados, la abundancia de alimentos, junto al sedentarismo, conducen a la obesidad y a muchas enfermedades asociadas, como la hipertensión arterial, diabetes tipo 2, trastornos del colesterol y triglicéridos, así como muchos tipos de cánceres. La dieta mediterránea propicia muchos beneficios para la salud, científicamente comprobado. Esta puede ser la clave para prevenir muchas enfermedades cardiovasculares y quizás sea el secreto de la longevidad observada en algunos países europeos. Sus propiedades benéficas para la salud ayudan a prevenir y combatir enfermedades como la hipertensión arterial, el colesterol alto, la diabetes, la obesidad, así como las enfermedades de base arterioscleróticas, como el Infarto al Miocardio, los Ataques de Apoplejía Cerebral, así como algunos trastornos mentales como las Demencias Seniles y el Alzheimer, también se menciona la protección contra el envejecimiento celular y el cáncer. La dieta mediterránea es una dieta equilibrada y variada, con bajo aporte de carne roja y un alto consumo de pescado y carnes blancas, cereales, leguminosas, frutas frescas y verduras, aceite de oliva, vino en forma moderada con las comidas, alimentos preferiblemente cocidos al horno, al vapor o con caldos y guisados suaves. Debe acompañarse con hábitos de vida saludables, ejercicio regular, paseos al sol, siestas y evitar el tabaco y el estrés. Veamos las pautas para seguir una dieta mediterránea: - Consumir en abundancia vegetales, frutas, verduras, legumbres, cereales, papas. - Consumir alimentos de temporada en su estado natural y fresco. - Usar aceite de oliva, como grasa para freír y aderezar. - Consumo moderado de queso y yogurt. - Consumir moderadamente pescado (preferiblemente el azul, sardinas, salmón, atún, macarena). - Consumir aves y con mayor moderación carnes magras de cerdo (sin grasa visible). - Consumir frutas secas y aceitunas con moderación, - Consumir carnes rojas algunas veces al mes. - Consumir vino, preferiblemente tinto y usualmente entre comidas. - Utilizar las hierbas aromáticas como alternativa de la sal. Recuerde finalmente que seguir una dieta equilibrada, como la mediterránea, proporciona muchos beneficios para la salud cardiovascular. Ernesto Díaz ÁlvarezDirector del Instituto Dominicano de Cardiología

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