SABOR Y SABER
Día de los Reyes Magos o los Santos Reyes
De mi generación hacia atrás, la noche del 5 de enero, podría decir, que todos esperábamos la llegada de “Melchor”, “Gaspar” y “Baltasar” en sus camellos, de quienes esperábamos nos trajeran los juguetes que les habíamos pedido en cartas dejadas la noche anterior al nacimiento del Niño Jesús, en el pesebre al pie del árbol de Navidad. Todos hacíamos los mayores esfuerzos por sacar las mejores calificaciones en la escuela y “portarnos bien”; una linda tradición que daba la verdadera magia a la Navidad, cuando aun éramos inocentes y respetuosos con los demás. En la mayoría de países hispanohablantes se celebra esta tradición, pero ya los regalos se entregan el día de Nochebuena (estoy de acuerdo porque así los niños tienen más días para jugar), pero quien se los trae es Santa Claus, un personaje importado, del cual habría que hacer referencia a su origen. En la región del Cibao de nuestro país, en la Nochebuena, quien trae los regalos es el Niño Jesús. La modernidad, los cambios sociales, la transculturación y hasta la competencia, han hecho que se vaya perdiendo la verdadera esencia de la llegada de los Reyes Magos y con ello la inocencia de los niños. Los padres, a mi parecer para llenar el vacío de su presencia, por lo complicada que esta la vida, se pasan el año entero complaciendo a sus hijos con toda clase de cosas que les pidan, lo que rompe con la conducta de los pequeños, que van creciendo sin obedecer, respetar, estudiar, etcétera, creyéndose merecedores de todo, pase lo que pase, pues ya no tienen que hacerlo para recibir el día de reyes sus regalos, dando al traste con el mal comportamiento y los sucesos que están ocurriendo en las nuevas generaciones. Si bien es cierto que la calidad de los regalos, varia de un estrato social a otro, no es menos cierto que todos los niños esperan un regalo en Navidad. Este año el Ministerio de Trabajo de aquí movió el Día de Reyes para el lunes 9 (No estoy de acuerdo), así que, comience el año haciendo que sus hijos reciban cuando merezcan y enséñelos a compartir, llevando regalos a los niños que no tienen un árbol donde los Reyes se los puedan dejar.