Día de Reyes muy dulce

Los dulces son el alma de las fiestas, pero también de momentos especiales del año como la Navidad o el próximo Día de Reyes. Muchos son los tipos de dulces en el mercado, pero hay personas que prefieren un toque diferente y personalizado para los suyos. Laura Mejía creó su empresa Lau’s Cookies, motivada precisamente por la necesidad de encontrar algo novedoso que no le ofrecía el mercado. “Cuando estaba buscando opciones para el cumpleaños de mi hija quería cosas diferentes, dulces que no fueran lo mismo que se ve en todas partes y, sobre todo, un bizcocho superchulo”, cuenta. Negocio Así comenzó el trabajo de respostería que le apasiona. Luego de estudiar Diseño de Interiores en Unibe, cambió el futuro en esta área por un delantal y los implementos de hornear. Antes, había realizado un diplomado en A&B Masters y varios cursos de cocina en diversos lugares. “Me gusta la repostería porque me gusta todo lo que tiene que ver con el arte, y ahí veo más posibilidades de ser creativa, adornar más, tener en cuenta los detalles”, explica Laura, quien desde hace dos años trabaja haciendo bizcochos creativos, galletas decoradas y mesas de postre para fiestas. Variedad Desde bizcochos tan sorprendentes como una cámara fotográfica Cannon comestible, un micrófono, una bata de médico y sus accesorios, una cartera o una parrilla con sus carnes hasta otros de temas comunes como Hi5, Elmo, Hello Kitty, deportes, Mickey Mouse, Barbie, Toy Story o cualquier otro que usted imagine, todo es posible. “La inspiración viene de la gente. Ellos traen su idea y yo les busco opciones para decorar las galletas, los bizcochos”, dice Laura, quien se confiesa una apasionada de la cocina. La única condición que pone es que todo sea comestible y hecho con sus manos. Su especialidad es trabajar en fiestas para las que arma desde el bizcocho con sus galletas a juego, hasta arreglos para la mesa con galletas y mesas de postres. La mesa de postres puede tener mini cheesecakes, cupcakes, brigadeiros, alfajores, polvorones, brownies, marshmellow pops, cuadritos de limón, deditos y cualquier otro postre a gusto del cliente. “No tiene comparación ver al cliente satisfecho, cuando entrego un trabajo al otro día me llaman y me dicen que fue el mejor bizcocho o que los niños quedaron fascinados con las galletas. Me hace sentir bien”, comenta la joven madre de dos niños, quien comparte su pasión con su familia. Un bizcocho grande y complejo puede tomarle a Laura dos días de trabajo, pero lo más complejo de realizar son las galletas. Comenta que el pedido más grande que ha recibido fue de la Asociación Popular, que le solicitó 450 galletas en poco tiempo. Pero el esfuerzo vale la pena, pues la clientela no falta. “Me siento satisfecha, no tengo muchos clientes, pero todo el que me ha pedido me pide de nuevo, tengo varias empresas y a través de la página de Facebook también obtengo pedidos y comentarios”, dice Laura, cuyo sueño es tener una gran repostería artística que a la larga se convierta en un negocio famliar. Pero también hay planes a corto plazo. Mejía trabajará con la Fundación Amicus Terra para prepararles unas galletas cuya venta será a beneficio de los niños buzos en el vertedero de Rafey.