DE VIAJE CON SABRINA

Un suizo en Samaná

Y continuamos amigos lectores con los placeres de la vida. Les cuento que un lugar que me encanta es Las Terrenas. Recientemente estuve por allí y tuve el placer de conocer a un extranjero que se ha enamorado de República Dominicana. Se trata de un suizo y su deseo de emigrar a nuestros placeres, en este caso a Las Terrenas, Samaná. El suizo Lilo Werner Kipfer después de haber viajado a todos los continentes y haber visto culturas y estilos de vida diferentes, decidió asentarse en Las Terrenas. Viene de un lugar frío que está en el primer mundo, sintiéndose atrapado por el clima y la belleza de su entorno. Pero el suizo no se detiene solamente a contamplar la belleza del lugar, también le saca partido a la inversión. Enamorado de la gastronomía local y añadiendo un toque creativo de la comida internacional, instaló el restaurant “Mi corazón”. Mi nuevo amigo el suizo se dio la tarea de integrar todas sus experiencias positivas en este país, en un proyecto que destila calidad a la máxima expresión, generando una atmosfera hospitalaria, con una mezcla de su cocina francesa, internacional y mediterránea, única en su tipo. Su interés es la cocina ligera y la opción de no sólo comer y disfrutar sus deliciosos sabores sino también de observar sus exquisitos diseños, porque según él lo que no te entra por los ojos, no te entra por la boca. En los últimos tiempos Las Terrenas se ha caracterizado por ser un punto turístico de mucha acogida por parte de los visitantes extranjeros. La singular belleza de este pueblo de pescadores tiene de cabeza a los amantes de una cálida playa, de un hermoso paisaje, una rica comida y de un calor humano fuera de serie. Así que me encantó compartir con mi amigo el suizo, y para que compartiéramos todos sus gustos, nos llevó a uno de los lugares donde va a bailar merengue y salsa. Amanecimos bailando. Enamórete de Las Terrenas. Hasta la próxima semana si Dios lo permite. Chao.

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