PIENSO Y LUEGO ACTÚO
Mentiritas blancas
A todos nos resulta fácil decir lo que otros quisieran escuchar, por eso, para evitar que nos confronten o cuestionen, preferimos salir del paso con una “mentirita”, esta parece no hacerle daño a nadie, y además nos evita momentos de tensión. El hablar mentiras se va convirtiendo entonces en un vicio, y así, poco a poco, ante los ojos de los demás nos vamos convirtiendo en cobardes y en personas de poco fiar, y siendo así ¿a quién estamos engañando? Sin embargo, cuando decidimos hablar el “lenguaje de la verdad” damos un gran ejemplo a nuestros hijos, exhibimos un gran valor ante los demás, y nos vamos ganando su respeto; por eso es mejor hablar con la verdad, aunque en algunas situaciones pueda ser incómodo, ya que al final de seguro todo se sabrá.