MIGRACION
Más de 25 millones de latinoamericanos viven fuera de su país, según la OIM
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima en más de 25 millones el número de ciudadanos latinoamericanos que residen fuera de su país de origen, principalmente por motivos de trabajo, informó hoy la jefa de misión de esta organización en Nicaragua, Bertha Fernández.La ejecutiva de la OIM dio a conocer ese dato en Managua durante la presentación del manual "Políticas Públicas sobre Migración Laboral, herramientas y buenas prácticas", en el que se indica que esa cifra representa cerca del 4 por ciento de la población latinoamericana. Fernández indicó que en países, como Nicaragua, entre 700.000 y un millón de sus ciudadanos residen en otros países, principalmente en Costa Rica o Estados Unidos. Explicó que los inmigrantes se desplazan a otros países de América Latina o de otro continente a consecuencia del desempleo, la presión que ejerce la crisis económica en los países menos desarrollados o la búsqueda de un mejor nivel de vida. El estudio plantea que la migración laboral se ha convertido en una prioridad en diversas agendas de políticas públicas, tanto a nivel regional, intraregional como nacional. Sin embargo, advierte que "varios países carecen todavía de políticas integrales de migración laboral y de sistemas administrativos adecuados para regular y administrar este fenómeno". La jefa de misión de la OIM en Nicaragua dijo a periodistas que la publicación de ese manual recoge precisamente, entre otras cosas, las buenas prácticas en la gestión de migración laboral, con el fin de que sirvan como una herramienta para los tomadores de decisiones. Entre esas buenas prácticas mencionó una entre Belice y Guatemala y otra entre Costa Rica y Nicaragua. En el primer caso, dijo que inmigrantes guatemaltecos gozan de un permiso de trabajo en Belice que aplica para seis meses, el cual es renovado anualmente, lo que permite que los inmigrantes regresen a su país de origen con la garantía de conservar su trabajo. En el segundo caso, recordó que en 2006 los Gobiernos de Costa Rica y Nicaragua suscribieron un acuerdo mediante el cual miles de inmigrantes nicaragüenses se benefician con trabajo en el sector de la construcción, agroindustria y agricultura en el vecino país, con sus documentos legales, lo que representa mejores salarios y mayores beneficios. Fernández recalcó que la formalidad en las migraciones laborales, además de los beneficios sociales que el trabajador obtiene, evita la explotación laboral, bajos salarios, incluso la trata de personas.