TERCER CAMINO

Cosas de antes

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Lavinia Del VillarSanto Domingo

Para los años 50s y 60s, existía un código de honor que venía de tiempos atrás, para lidiar con el duelo, y que establecía un tiempo específico para guardar luto a cada familiar que perecía. Por ejemplo: Muerte de la madre, 5 años; del padre, 4 años; hermanos, 3 años; abuelos, 2 años; tíos, 1 año, etcétera, sin decir la del esposo que era tiempo indefinido.El duelo de la madre, como es natural, era el más significativo, y como tal estaba regido por un ritual especial que requería vestirse de negro por el primer año, para salir a la calle. Este vestido debía tener cuello alto y mangas largas, y se cambiaba al llegar a la casa por ropa más clara. Sin embargo, las piyamas, batas y ropa interior podían ser de colores, lo que evidentemente implicaba que no había ninguna conexión entre el color negro y el dolor, sino que lo importante era lo que la gente veía. Durante este primer año no estaba permitido ningún tipo de diversión, como ir al cine, al parque, y menos participar en fiestas o celebraciones, so pena de ser estigmatizados como personas sin sentimientos.En los tiempos que mi mamá murió, nuestro principal entretenimiento era disfrutar de la retreta que realizaba la banda de músicos los domingos por la tarde en el parque del pueblo. En mi primer año de duelo, mi amiguita Cheíta me acompañaba a dar la vuelta alrededor del parque caminando por la acera, y así estábamos en el parque sin estar en él. Lo interesante es que este ritual de luto era dirigido sólo a las mujeres, ya que el compromiso de los hombres era llevar una cinta negra en una manga de la camisa en ciertas ocasiones, lo que representaba una contradicción porque el dolor por la pérdida no discrimina géneros.Hoy, las costumbres han cambiado, y aunque hemos perdido algunos valores y principios, al menos nos hemos librado de estas creencias insensatas.

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