Energía renovable

Ante el inminente agotamiento de las reservas de combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas natural) la humanidad se enfrenta a un gran reto y ha optado por recurrir a los biocombustibles. Los biocombustibles provienen de una materia orgánica (biomasa) originada en un proceso biológico, espontáneo o provocado. Para su obtención se emplean especies de uso agrícola como el maíz o la mandioca, o plantas oleaginosas como la soya, palmas y girasol. A diferencia de los combustibles fósiles, son una fuente de energía renovable. Con la utilización de estos materiales se reduce el dióxido de carbono (CO2) que es enviado a la atmósfera terrestre debido a que estos componentes absorben el CO2 a medida que se van desarrollando, mientras que emiten una cantidad semejante que los combustibles convencionales en el momento de la combustión.