TURISMO
Cuando viajar enferma
UNA INTOXICACIÓN O LOS INDESEABLES SÍNTOMAS DEL JET LAG ARRUINAN LOS VIAJES DE LOS EJECUTIVOS QUE HACEN TURISMO COMPULSIVO OBLIGADOS POR LA PROFESIÓN Y DE QUIENES SE DESPLAZAN POR COMPROMISOS FAMILIARES
¡Ah, viajar! El sueño de los más de 800 millones de turistas que, según la Organización Mundial de Turismo, se desplazan cada año por el mundo no siempre es placentero. Para la mayoría de los que deben hacerlo por obligación, para los que se desplazan de continente en continente obligados por la profesión o por compromisos familiares, la experiencia, a veces, dista mucho de ser agradable.¿Cómo evitar que una de las actividades más ambicionadas del mundo se convierta en una tortura? La experiencia de Rodrigo Giménez puede servir de ejemplo. Su deseado ascenso como ejecutivo de una transnacional implicaba realizar viajes regulares a diferentes partes del mundo y al principio el joven economista pensó que “ese” era el trabajo de su vida. Hace unos años, al mejor estilo de la famosa película “Up in the air”, protagonizada por George Clooney, Rodrigo vivía de avión en avión, de ciudad en ciudad, de hotel en hotel, de reunión en reunión. Lo sigue haciendo y le gusta, pero, al principio, el trabajo ideal por poco arruina su salud, cuando le fue diagnosticada una úlcera estomacal. “Yo me río, nadie me cree que estuve a punto de morir por una úlcera, me asusté muchísimo”, cuenta. El ajetreo, las largas horas de vuelo, los “nuevos” horarios, el no bien llegar a la ciudad cuando ya tenía que programar el próximo viaje le causaron primero una gastritis y luego la úlcera. A los tres meses, los aeropuertos ya no le parecían lugares fascinantes, se dormía en las reuniones, las comidas le caían mal (llegó a intoxicarse en varias ocasiones) y no tenía ánimos para hacer actividades sociales. ¿Soluciones? Como sus debilidades eran el estómago y el estrés provocado por el ritmo acelerado de trabajo, buscó ayuda médica para su alimentación y asesoría para la organización de los viajes. Y así se enteró de que la dolencia que dio origen a la úlcera que padeció es el más frecuente de los males que afectan al turista (vacacionista o corporativo) y se llama “diarrea del viajero”, provocada, en la mayoría de los casos, por el consumo de alimentos y agua contaminados. Las precauciones de EsteveUna guía para evitar la diarrea de viajero fue lanzada en el 2009 por el grupo español especializado en temas de salud Esteve. ¿Qué recomiendan sus investigadores? Aconsejan tomar sólo agua embotellada y no consumir frutas sin pelar; ni verduras, carnes, pescados y huevos crudos o poco cocinados. Sugieren precaución con el consumo de ensaladas y con los productos de pastelerías, mayonesas, helados y salsas caseras debido a que muchas veces no se conservan de forma adecuada. También recomiendan evitar los quesos frescos, los productos lácteos no pasteurizados y las bebidas con hielo, así como rechazar los platos que lleven preparados varias horas y servidos fríos. Si ya padece los síntomas (dolor abdominal, fiebre, náuseas, vómitos y pérdida de apetito), sugieren seguir una dieta “blanda” y astringente (arroz, zanahorias y pescado hervidos, carne a la plancha, manzanas, plátanos y yogur) y no consumir fritos, guisos, verduras crudas, embutidos, dulces, café, alcohol. Consejos de la OMSLas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para evitar intoxicaciones y otros problemas de salud están resumidas en su “Guía para viajeros sobre la inocuidad de los alimentos”. “Si tiene diarrea, beba más desde el primer momento. Consuma líquidos como sales de rehidratación oral (SRO) disueltas en agua, agua hervida, tratada o embotellada, té liviano, sopas u otros líquidos salubres. Evite las bebidas que hacen que el organismo elimine más líquido, como el café, las bebidas extremadamente azucaradas, algunos tés medicinales y el alcohol”, indica la OMS. RECOMENDACIONES PARA LIDIAR CON EL JET LAGEl jet lag es también uno de los más temidos síndromes que aquejan al turista; los viajeros frecuentes evitan su manifestación a toda costa. Suele ser definido como la interrupción del reloj biológico o ritmo circadiano y se trata de los síntomas que afectan al cuerpo cuando viaja al Este o al Oeste cruzando diferentes franjas horarias, es decir, cuando el reloj biológico (que establece los horarios de sueño y vigilia) se altera provocando un desajuste que los expertos resumen de esta forma: “Si viaja hacia el Este no tendrá sueño cuando llegue la noche, y si viaja al Oeste tendrá sueño en pleno día”. Ahora bien, como indica Euroresidentes.com a sus usuarios, el reloj biológico se confunde menos si viaja hacia al Oeste, porque este viaje prolonga el reloj corporal y distorsiona menos el ciclo día-noche. “Sin embargo, si viajamos hacia el Este supone viajar en el sentido opuesto al reloj corporal”, explica. Como todos los efectos del jet lag son odiosos por igual (cansancio, dolor de cabeza, mareos, mal humor, indigestión y hasta falta de memoria), he aquí algunas recomendaciones para sobrellevarlo: Duerma lo más que pueda antes del viaje y evite estresarse antes de subir al avión. Para ello, llegue temprano al aeropuerto y viaje liviano (uno de los secretos de los viajeros ejecutivos). Sólo lleve lo indispensable y de preferencia que sea equipaje de mano, de esta forma evitará las espantosas horas en espera de que salgan las valijas. Ya en el avión, cambie su reloj al horario de la ciudad a la que llegará e intente dormir la mayor parte del tiempo.Use ropa y zapatos cómodos, tome agua y estírese con frecuencia y dé pequeños paseos por el avión (si no puede dormir, claro). No tome medicamentos o suplementos vitamínicos para evitar el jet lag, pues según la Nasa no funcionan y pueden hacer más mal que bien. Si ya tiene los síntomas, exponerse a sol le ayudará a mitigar los efectos del jet lag.