UN MUNDO CADA VEZ MÁS “ÓPTICO”
Los infantes y el sentido de la vista
DURANTE LOS PRIMEROS DOS AÑOS DE VIDA ES QUE SE VAFORMANDO EL SENTIDO QUE APORTA 80% DE LA INFORMACIÓN AL CEREBRO
¿Qué tan importante es la visión? El oftalmólogo Javier Oviedo lo recuerda: un ochenta por ciento de la información que los sentidos aportan al cerebro proviene de los ojos. Oviedo agrega que la visión “se aprende con la experiencia”, por tanto se puede decir que los niños nacen sin visión, puesto que la vista se les va desarrollando. Más todavía, agrega el especialista, la visión se desarrolla durante los primeros dos años de vida, por lo cual es necesario que ellos tengan estímulos “buenos y nítidos” en esta etapa temprana, para tener una buena experiencia sensorial. De ahí el señalamiento de que el niño deba ser visto por un especialista en salud visual cada seis meses como parte del enfoque preventivo para que se pueda ir monitoreando su desarrollo y detectar tempranamente cualquiera de los defectos que intervienen en la salud de los ojos. Oviedo sostiene que existe últimamente un “alto porcentaje” de niños con hipermetropía en las consultas oftálmicas. Agrega que los niños con miopía deben ser vistos con frecuencia por un especialista, para ver sus avances. Por otro lado, un 30 por ciento de los casos de niños evaluados, dice el oftalmólogo, tienen serios problemas refractivos. Y aquí es donde entran los padres como evaluadores y observadores. Si el niño arruga los párpados para ver, esa es una señal de alerta, al igual que si abre los ojos o inclina la cabeza hacia un lado, o los ojos se enrojecen mucho, puesto que el enrojecimiento ocular, “igual que el dolor de cabeza, no es normal”. Señales de alerta en la visión de los niñosLos padres también deben estar alertas a la presencia de lagañas en el borde interno de los párpados, puesto que tampoco es normal que esto suceda. La secreción seborreica, o caspa, en las pestañas, dice Javier Oviedo, puede significar “mucho esfuerzo visual”. ¿Y por qué alertas a estas señales? El arrugar mucho los párpados es indicio de miopía, mientras inclinar la cabeza es astigmatismo y el esfuerzo visual es síntoma de hipermetropía. Definiendo estos defectos, Oviedo explica que los dos ojos juntos brindan las percepciones de forma y profundidad. Por ende, cuando un ojo ve mejor que el otro, llegan 2 imágenes distintas al cerebro. Ello conlleva a una interpretación de baja calidad, y por ende el cerebro anula la de baja en beneficio de la que mejor visión tiene. Cuando el cerebro va anulando este ojo, se genera el estrabismo (ojo bizco) por falta de uso. Esto entra también dentro de los problemas musculares oculares. Igualmente, dice el oftalmólogo, se da el caso de muchos niños con bajos reportes en el colegio que principalmente es debido a que sus condiciones visuales no le ayudan. Agrega también el problema de la exposición solar, principalmente en países con clima tropical como el nuestro. Y es que, acorde con el señalamiento de que “la mayor parte del tiempo expuesto al sol de toda nuestra vida es en la infancia”, hay que estar claro y cuidar a las niñas y niños del sol, además también de los rayos ultravioletas que afectan la visión. En República Dominicana, sobre todo, este tema es “vital”, puesto que el sol de hoy día es más peligroso cada vez más, dado el hecho de que la capa de ozono se sigue debilitando a una mayor escala. En este sentido, el uso de gorras, bloqueadores y lentes brindará una protección “honesta” para los niños. Y aquí Oviedo enfatiza el utilizar lentes de buena calidad óptica. Esto así porque los lentes oftálmicos funcionan como un medicamento, y no procede brindarles a los niños una solución que no les represente salud por una cuestión de ahorro. Va más lejos cuando plantea que “al momento de pensar en lentes para niños, no debe pensarse en economía”. El especialista en salud visual, quien estuvo en el país invitado por la firma de lentes Transitions, se lamenta de que aún no se haya logrado convencer de la importancia de los lentes oftálmicos. Esto, señala, es un riesgo en estos tiempos cuando el ser humano es cada vez más “un animal óptico” y frente a las exigencias cada vez más grandes del sistema visual, la población no parece estar haciendo nada al respecto. La situación, define, es de “alta” exigencia visual y una mala atención a la vista. Y aquí, más que un diagnóstico, el asunto debe pasar a los hechos. Esto así porque todos los problemas visuales “son silenciosos” y esto provoca que no se les preste tanta atención y cuidado. Volviendo al tema de los lentes, Javier Oviedo señala que, para tener una mayor garantía de que los lentes sean de calidad, la gente debe comprar sus anteojos en las ópticas y garantizar que las lentes tengan un filtro protector contra los rayos ultravioleta. ¿Y cómo se demuestra esto? Las ópticas cuentan con un dispositivo llamado “uveómetro”, el cual dispara un rayo UV al lente, y si este la filtra, se obtendrá una lectura de “0”. Oviedo agrega que una cosa es el tinte de un lente y otra el filtro. El primero, si bien puede disminuir la intensidad del sol, no frena los rayos UV.