CREATIVIDAD
Botellas recicladas sirven de cimiento para los más pobres en Latinoamérica
Un conglomerado de botellas de vidrio y plástico entrelazado con miel, arena, desechos, aceite de linaza y leche pueden convertirse en viviendas para familias necesitadas en Latinoamérica gracias a un proyecto que, empleando esos materiales, ya empieza a ser una realidad en algunos países. "Casas de Botellas" es el nombre que recibe el proyecto impulsado hace casi siete años por la boliviana Ingrid Vaca Diez, con la finalidad de ofrecer a los más necesitados la posibilidad de obtener y elaborar con sus propios recursos un lugar digno para vivir. Botellas de vidrio y plástico de 600 mililitros, de uno y dos litros, tierra, sangre de ganado, cemento, cal, arena, pilas, engrudo, heces, desechos orgánicos, llantas y glucosa se convierten en la mezcla adecuada para dar vida a los nuevos hogares. Estos reciben la denominación de "casas ecológicas" porque además de reciclar los desechos inorgánicos son elaboradas casi en su totalidad con elementos naturales que no ocasionan daños al medio ambiente. "Casas de Botellas" es un esfuerzo conjunto en el que las familias más pobres apoyadas de sus amigos, parientes, vecinos y voluntarios aprenden a colaborar con su entorno mediante la construcción de sus propias casas "pero sobretodo brindan a los suyos un lugar más digno para vivir", dijo a Efe Ingrid Vaca. El proyecto comenzó en Warnes, su pueblo natal, cuando una niña de la comunidad, Claudia, le comentó que quería de regalo de navidad un cuarto para poder dormir solita, ya que en su casa de cuatro por cuatro metros compartía cama con otras cinco personas. "Anteriormente las botellas que yo guardaba en mi casa las utilizaba para hacer artesanías o sillas pero nunca pensé en llegar a algo más grande, sólo cuando mi marido amenazó con tirarlas y esa tarde escuché a Claudia perdí la cabeza y dije, esto será definitivamente una casa", aseguró Vaca Diez. La casa que levantó Ingrid en colaboración con la familia de Claudia, gente de la comunidad y voluntarios pasó de 4 a 170 metros cuadrados y en ella se utilizaron 36.000 botellas de plástico de dos litros. No obstante, lo normal es utilizar por cada metro aproximadamente 81 botellas rellenas con material descartable como papel, bolsas plásticas, pilas, arena y tierra que construyen los muros y paredes de la casa. A las botellas se las une con ladrillo, cal y cemento y se las sujeta con una suerte de trenzado para asegurar completamente la permanencia de la construcción. Otros materiales como varillas, tejas, tabiques, grava, vidrio para las ventanas, azulejos, marcos de madera y muebles para los baños y cocina, son donados por empresas, particulares o instituciones. El toque final de las casas se da con pintura de colores con la que se pinta en tonalidades que contrasten las columnas con los muros, y la base de las botellas que queda sutilmente a la vista, se las pinta en forma de flor. También las familias siembran pasto, arbustos y flores para crear sus propios jardines. Al día de hoy "Casas de Botellas" ha construido seis viviendas en Bolivia, una en Argentina, dos en Uruguay y en México construirá en los próximos días la primera en el pueblo de San Pablo, en el estado de Tlaxcala. Próximamente se tiene prevista la construcción de 20 casas más en Argentina y se espera que el proyecto pueda seguir colaborando con otras comunidades en Latinoamérica. "Cada casa representa un sueño y arrebata más de una sonrisa, esa es mi mayor satisfacción", concluyó Vaca Diez.