La heredera de L'Oréal se defiende de las acusaciones de despilfarro
La heredera del grupo francés L'Oréal, Liliane Bettencourt, se defiende desde las páginas del diario "Le Monde" de las acusaciones que su hija hace desde hace meses sobre el presunto despilfarro de su fortuna y reconoce haber regalado "una parte de ella". "Soy muy consciente de haber regalado una parte de mi fortuna", dice Bettencourt, de 87 años, en una entrevista concedida al vespertino francés al final de una semana en la que las acusaciones de su hija han provocado una demanda contra ésta por parte de la heredera. "Tengo los medios para ser libre de mis actos", asegura la anciana después de que la Justicia recibiera grabaciones transmitidas por su hija, Françoise Bettencourt-Meyers, procedentes de escuchas de conversaciones privadas hechas por un antiguo empleado de la heredera. "Todo lo que he regalado lo he hecho voluntariamente", asegura Liliane Bettencourt, a quien su hija critica por haber dado dinero y objetos valorados en cientos de millones de euros, razón por la cual intentó hace meses que la Justicia nombrara un tutor para la anciana. La multimillonaria -hija de Eugene Schueller, el fundador de la casa de cosméticos- cuya fortuna se estima en unos 17.000 millones de euros (unos 23.670 millones de dólares), reconoce en la entrevista que el fotógrafo y novelista François-Marie Banier le ha pedido dinero en ocasiones. Precisamente Françoise Bettencourt considera que su madre ha dilapidado parte de su fortuna con Banier, de quien la heredera afirma: "es persuasivo, es un hombre vasto, tiene pasión por los objetos. Para rechazar, hay que tener fuerza, A menudo la he tenido", afirma la anciana preguntada por si le pidió dinero. En la entrevista con "Le Monde", Liliane Bettencourt -que según el diario muestra estar en sus cabales "cuando las preguntas son generales"- no da detalles sobre las revelaciones que en las grabaciones se hacen sobre presuntas inversiones en el extranjero no declaradas a las autoridades francesas. Pero sí reconoce que en el pasado, junto con su difunto marido, el político André Bettencourt, participó con dinero en campañas políticas, actividad que luego ella continuó después de enviudar. "A quién se lo doy, cuándo doy, son cosas que no quiero decir pero que se hacen cumpliendo las reglas", afirma la heredera. En las grabaciones de cuyo contenido se han hecho eco en los últimos días varios medios de comunicación franceses se da a entender que el propio presidente de la República, Nicolas Sarkozy, le adelantaba a alguno de sus colaboradores decisiones de la Justicia en relación con las demandas interpuestas contra ella por su hija. También se da cuenta de cómo un colaborador de Liliane Bettencourt le recomienda a ésta reunirse con Eric Woerth, el ministro de Trabajo y tesorero de la UMP (Unión por un Movimiento Popular, el partido de Sarkozy), "porque es muy simpático y además es él quien se ocupa de sus impuestos". El ministro Woerth ha negado después de conocerse el contenido de esas grabaciones haber recibido dinero alguno de la multimillonaria, de quien además se indica en esas conversaciones que tiene al menos dos cuentas bancarias en Suiza sin declarar al fisco francés.