Último adiós a José Saramago
Hoy serán cremados los restos mortales del premio nobel de literatura José Saramago. Ayer llegó a Portugal el avión militar con el cadáver del escritor, quien falleció el viernes a los 87 años. Poco antes, el féretro fue acogido en el aeropuerto por los aplausos de un pequeño grupo de allegados, entre los que se encontraba la viuda del escritor, Pilar del Río, quien se subió a bordo del avión militar, acompañada de la ministra portuguesa de Cultura, Gabriela Canavilhas. Los restos mortales de Saramago llegaron a mediodía a Lisboa, donde serán expuestos en una capilla ardiente en la alcaldía, hasta su incineración prevista hoy. Sus cenizas serán luego diseminadas en su ciudad natal portuguesa de Azinhaga y en la isla canaria de Lanzarote, donde vivió los últimos 17 años, en el pueblo de Tías, indicó a la AFP Pilar del Río. El autor de “Memorial del Convento”, “Ensayo sobre la ceguera” o “El Evangelio según Jesucristo” murió “a consecuencia de un fallo multiorgánico después de una larga enfermedad”, anunció el viernes su Fundación. Saramago, ardiente defensor de los oprimidos y muy crítico con el antiguo presidente estadounidense George W. Bush, defendió la causa saharaui y sobre todo la palestina, y llegó a comparar Ramala con Auschwitz durante una visita en 2002 a Cisjordania. Tras el escándalo provocado en los medios católicos portugueses en 1992 por su “Evangelio”, en el que Jesús pierde su virginidad con María Magdalena, Saramago se “exilió” en las Islas Canarias junto a su traductora y esposa, Pilar del Río. Portugal, reconciliado desde entonces con su hijo siempre rebelde, decretó dos días de duelo nacional, el sábado y el domingo, para rendir homenaje al único escritor del país en haber recibido el Nobel.