REALIDAD Y FANTASÍA
La Hincha del Brasil
Emma se contagió. No hubo forma de evitarlo, cada vez que se sentaba a ver un programa de televisión, la publicidad machacona la exhortaba a unirse a la gran masa mundialista. Así que dejó de lado a los Yankees y a los Lakers; sus favoritos en los torneos de baseball y de basketball, para empezar su temporada como hincha, nada más y nada menos que ¡del equipo de fútbol del Brasil! Cuando le pregunté por qué había escogido ese equipo, me miró acusadora y me recordó que son del Brasil sus telenovelas favoritas, por lo que el equipo carioca, tiene que ser forzosamente su favorito y además el mejor. Ante aquello, opté por callar, después de todo, ese también es el equipo que me gusta, así que me dispuse a ver los partidos en compañía de Emma. Mi cocinera color chocolate consiguió rápidamente una gorra y una camiseta del “verdeamarello”, obsequio del menor de mis hijos. Cuando se estrenó el Brasil, Emma no cabía en sí de gozo. No entendía el hecho de que no existieran bases ni tampoco canastos. Sólo una red a cada extremo, defendidas por dos solitarias figuras. Al ver a aquellos atletas desplazarse corriendo tras un balón por una inmensa cancha, me miró desconsolada, “se van a morir del cansancio” se quejó bajito. Luego cuando Brasil anotó un gol, brinco ágil, como en sus mejores años y con ojos grandes como platos, declaró que ese gol ¡era mejor que un home run! Después refunfuñó cuando la cenicienta Corea del Norte, logró anotar un gol pero celebró alborozada la victoria de “su equipo”. Los hinchas del Brasil incluyen a toda Nigua y el círculo amplísimo de amistades del astrólogo y el platanero, el que se ha encargado de reclutar para la hinchada a las cocineras de los altos personajes y a través de estas, a muchos de ellos. Sólo espero que ganen el mundial porque de lo contrario, le auguro un rating históricamente bajo a las telenovelas cariocas.