MIS APORTES
Alerta de tormenta
Cuando oímos por las noticias que hay alerta de tormenta, tomamos precauciones para nuestro hogar, para que cuando llegue estemos preparados. Es fácil ir a los establecimientos y abastecernos de alimentos enlatados, útiles de ferretería necesarios en esos casos, y hasta nos abastecemos de algo para divertirnos en el interín de la tormenta. En estos casos siempre estamos dispuestos hacer las diligencias con prestancia y no escatimamos esfuerzos para estar preparados para los embates de cualquier fenómeno atmosférico. Ahora me pregunto: ¿Estamos igual preparados espiritualmente, para las ráfagas que causan las tormentas de otro tipo? Por ejemplo, ¿estamos abasteciéndonos en oración, de una fe que gane batallas, derribe Goliat, reconstruya derrumbes familiares, y tenga las cimientes necesarias para combatir aquellos huracanes igual de peligrosos y que no siempre estamos igual de preparados para enfrentarlos?. En los momentos alegres, alaba a Dios. Ora en agradecimiento por la dicha y benevolencia de Dios. No des las cosas por sentado. ¿Eres feliz? Ora en agradecimiento al Altísimo. Tus cuentas están en control, agradécele con alabanzas y dando honor y Gloria a aquel que obra a tu favor. Ora de madrugada y cuéntale tus alegrías, ora al anochecer y dile tus bienaventuranzas. Esto te dará una fe fuerte y se robustecerá en la medida que tu oración crezca y se multiplique. Entonces, en el día del tormento, aquella fe que sembraste y regaste a su tiempo, cosechará la fortaleza necesaria para el día de la aflicción. Jesús en una de sus palabras dejó claro esto: “en el mundo tendréis aflicción “pero también dijo “¡confiad, yo he vencido al mundo!” Juan 16, versículo 33.