DETALLES
Consumo de cerveza sin alcohol se incrementa
ES LA BEBIDA ALCOHÓLICA MÁS CONSUMIDA EN EL MUNDO
En los últimos años ha sido espectacular el aumento del consumo de la cerveza 'sin alcohol', expresión que se refiere a cervezas de muy bajo contenido alcohólico, en torno a los 0,5 grados; evidentemente, ese incremento ha sido mayor en los países en los que, como sucede en España, la mayoría de los consumidores considera la cerveza más una bebida refrescante que una bebida alcohólica. La cerveza es el resultado de la fermentación alcohólica de diversos tipos de cereales, predominantemente la cebada, con la adición de algunos otros ingredientes, el más notorio de los cuales es el lúpulo, responsable del sabor más o menos amargo de la bebida. Es, sin duda, la bebida alcohólica más consumida en el mundo, y también es la más antigua: en la Mesopotamia de Hammurabi, como en el Egipto de Keops, era una bebida popular, en tanto que el vino se reservaba a las clases poderosas, un poco como cuenta Orwell en '1984'. Hay dos actitudes contrapuestas frente a la cerveza: la de los latinos y la de los no latinos. Me explico. La bebida más extendida en la cuenca mediterránea ha sido, tradicionalmente, el vino, que es uno de los símbolos, con el pan de trigo y el aceite de oliva, de la cultura gastronómica que heredamos de griegos y romanos. Naturalmente, la vid es una planta que tiene su hábitat perfecto en esas latitudes; no así en otras partes de Europa, donde los cereales dominantes eran la cebada y el centeno y no se daban bien ni el olivo ni la vid. Podríamos diferenciar en este terreno dos Europas: la del vino, el pan de trigo y el aceite de oliva, al Sur, y la del pan de centeno, la cerveza y las grasas animales, en el resto del subcontinente. Curiosamente, mientras Roma dominó el mundo occidental, los naturales de países de la segunda categoría se aficionaron a los gustos romanos, que hubieron de abandonar cuando la caída de Roma trajo consigo el abandono de una muy eficaz red de comunicaciones. Unos mil años después, la Europa del Sur -la del vino- se mantuvo mayoritariamente fiel a la iglesia de Roma, mientras que la Europa de la cerveza abrazó con más entusiasmo la reforma protestante... con su carga de puritanismo y desconfianza hacia todo lo placentero. En fin, el hecho es que un alemán, o un sueco, entienden que la cerveza es una bebida alcohólica con la que se embriagan... mientras que un español o un italiano, aun sin ignorar que la cerveza contiene alcohol, y aceptando que también puede pillarse un colocón importante a base de cerveza, la considera, más que nada, una bebida que refresca, que entra muy bien en verano, que calma la sed... Claro, ahí está el peligro, porque las consecuencias de una ingesta excesiva de cerveza son iguales en Madrid o en México DF que en Fráncfort o Copenhague. De ahí el éxito de esas cervezas 'light' a las que llamamos, ya hemos visto que no con total exactitud "sin alcohol". La verdad es que al principio los aficionados a la cerveza las miraron con desconfianza, pero hoy han mejorado mucho y la verdad es que resultan muy agradables... y mucho menos peligrosas para quienes seguimos bebiendo cerveza más que nada para refrescarnos, para calmar la sed. Otra cosa son las llamadas "cervezas 0,0", que, en efecto, no tienen ni rastro de alcohol... pero tampoco son exactamente una cerveza, sino otra cosa. Como otra cosa, y bien distinta, es la próxima que se anuncia: el vino sin alcohol. Aquí sí que lo siento: no es vino. Imposible lograr el necesario equilibrio entre acidez y alcohol, al faltar éste o ser muy pequeña su presencia. Pero el puritanismo que nos invade logrará que haya quien lo beba. Conmigo... que no cuenten.-