No desmayes

¿Qué te pasa? Le pregunté a alguien que me atendió en una oficina comercial, haciendo los pagos rutinarios del mes. Ella, apenas pudo sonreír, pues sus ojos estaban llenos de lágrimas. Siguió atendiéndome lo mejor que pudo, pero seguía en silencio derramando lágrimas sin parar. No pude contenerme y le dije: -No importa lo que te suceda en este instante, aunque todo esté gris, no desmayes. Dios está contigo. Ella alzó sus ojos y entonces, vi un destello de luz, por primera vez en su mirar. “Doña lo que estoy pasando no es fácil, y no sé cómo voy a resolverlo, pero su consejo me ha servido, y tiene razón, no voy a desmayar, en algún momento, encontraré la solución”. Salí de la oficina, convencida de que siempre hay una razón por la cual luchar, y debemos aferrarnos a nuestros objetivos, no importa el obstáculo que encontremos en el interín. La palabra de Dios nos muestra que Él siempre tiene el control absoluto de todas las situaciones. El versículo 10 del capítulo 41 del Libro de Isaías reza como sigue: No temas, porque estoy contigo, no desmayes, porque soy tu Dios que te esfuerzo, siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.