Xiomara y sus aretes

“No es suficiente con profesar amor, la esencia del verdadero amor reside en la autotransformación”, eso dicen los sabios y es bueno escucharlos. Bueno, no saben cómo quiero a Xiomara Fortuna. Como dice el merengue, “Con el alma y con la vida”. Cuando estaba en mi “apogeo“ como cronista social ella iniciaba su carrera de artista y la gente la veía como en contra de nosotras, las que teníamos como encomienda estos temas. Por mi parte nunca la vi así, porque no es que ando en contra de la corriente, pero no me agrupo. Por ejemplo, nunca en mi vida después de adulta he pertenecido a un club. Cuando mi hijo creció lo inscribí a él para que fuera, pero a mí no me gusta andar en grupo. Tampoco pertenezco a sindicatos ni asociaciones ni nada parecido. Es un estilo de vida, con el perdón... Bueno, el caso es que ¡cómo ha crecido la morena esa, nos hicimos realmente amigas en una pequeña isla del Caribe en uno de esos conciertos que hacen los “como ella”. Roldán, cuando nadie lo conocía y mi ¡hijo! David Armengoz. No puedo en este espacio hacer el cuento de todo lo que pasamos para poder regresar aquí, pero creo que eso nos unió hasta ahora, aun cuando nunca los veo porque ya yo soy una señora mayor ¡jajaja! y al amigo no le gusta que salga de noche. ¿Qué me mata de la Xioma? Sus espejuelos de verdad, no carabelita, siempre con sus aretes, su pintura de labios y eso si, su perfume caro, porque nosotras podemos tener muchos defectos, pero nadie huele como nos... Su voz, sus temas que son poemas. Fajá, sin mucha ayuda y siempre como yo, que hasta el día del temblor de tierra me llamó un amigo y me dijo “baja, baja...” mientras yo le decía “ya voy, ando buscando mis aretes y mi pintura de labios”. Está bien Xiomara Fortuna, me dijo mi amigo bien incómodo. Bueno, cada quien es como es ¿Qué le vamos hacer? Suerte mi amiga artista... y sigue en esos paseos. Con tus aretes, tu pintura de labios y tu “tumbao”. Muaaaa...