INTEGRACION

Un hogar de estilo mediterráneo 

LA SENCILLEZ E INTENSIDAD CONVIVEN DENTRO DE EL

SANTO DOMINGO.- El mar Mediterráneo, porción del océano Atlántico ubicada entre Europa, África y Asia, baña países y culturas muy distintas. A pesar de esa diversidad y producto tanto del entorno natural como de la riquísima herencia histórica y cultural, existen puntos de encuentro en el estilo de vida desarrollado junto a las costas de ese “mar entre tierras”. Y no sólo se trata de la dieta mediterránea, considerada como una de las más saludables, sino también de otras áreas como la decoración y la arquitectura. Esas ramas del quehacer humano han sabido aprovechar las costumbres de las poblaciones ubicadas a orillas del Mediterráneo, a tal punto de que se puede hablar de un estilo decorativo mediterráneo, que toma prestadas algunas características de las viviendas de esa zona del mundo. La diseñadora de interiores Sandra Ehlert comenta que en este estilo conviven la sencillez y la intensidad, pues detrás de él subyace la intención de vivir a gusto con muebles, objetos sencillos, íntimos y prácticos. El hogar de estilo mediterráneo tiende a abrirse al exterior. El jardín, el patio y el entorno se convierten en extensiones de los espacios interiores, a tal punto que, en ocasiones, no hay distinción entre el diseño del interior de la vivienda y el espacio de afuera. Estilo mediterráneo, fiel al entornoA grandes rasgos, el estilo mediterráneo se caracteriza por su luminosidad, sencillez, por el contraste de texturas y su fidelidad a los materiales y elementos tomados de la naturaleza. Al entrar en escena, sirvió de contrapeso a estilos más cargados. Por eso, se abre a su entorno y da prioridad a la luz natural por encima de la artificial. Este tipo de ambientación recurre al contraste permanente entre texturas tersas y rugosas, según explica Noelia Bueno, arquitecta de la firma Sandra Ehlert Diseño de Interiores. Esas condiciones hacen que dentro de la gama de materiales usados no falten ladrillos, azulejos, baldosas de terracota, cerámica y piedras. Entre estas últimas se pueden usar desde las blancas losetas cuadradas de piedra caliza hasta los bloques de granito o pizarra cortados toscamente e incrustados en cemento. También se recurre a piedras rústicas de textura rugosa, con formas variadas, al igual que piezas de pizarras y mármol. Por otro lado, según Bueno, es característico de este estilo el uso del hierro forjado y de la madera tallada con intrincados dibujos en relieve. Las paredes -explica- tienen un aspecto de aspereza e irregularidad, efecto que se logra con la ayuda del yeso, la arena y las aplicaciones de cal. En el interior de la vivienda, los pisos de madera son lisos, y las paredes interiores pintadas con barnices de aspecto y tacto satinado. El lino sin estampar, telas finas de algodón y tejidos naturales abundan en la tapicería de la ambientación mediterránea. Paleta de colores para decorar En la paleta de colores adquieren protagonismo tonos de gran intensidad como los terrosos, el terracota, azafrán, rojo sangre, azul cielo, verde lima, amarillo, naranja y lavanda. Pero predominan las paredes blancas y el color natural de la madera, de acuerdo con la diseñadora de interiores Sandra Ehlert, cuya casa estudio se mudó recientemente a la calle 2 número 2 de Naco. Los brillantes colores citados más arriba se aplican en una o dos paredes, así como en los accesorios y la tapicería. DetallesParedes: De texturas arenosas, las paredes pueden incluir rebordes decorativos y superficies rodeadas con frisos ornamentales en cerámica. Ventanas: Son muy usadas las ventanas caladas como celosía, que filtran la luz, y pintadas en colores brillantes para contrarrestar con el tono de las paredes. Es característico el uso de bancos de pie bajo las ventanas. Terrazas: Al igual que los patios, suelen estar protegidas por tejadillos, toldos de lona o pérgolas cubiertas de plantas trepadoras como el jazmín. Se destacan los balcones.

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