Apetitosa riqueza de la manzana de oro

SANTO DOMINGO.- La manzana de oro, fruto que responde al nombre científico de Spondias cytherea, es originaria de las islas de Polinesia, desde donde fue introducida a los países del Trópico. En el país crece silvestre y se le aprovecha principalmente para el consumo como fruta fresca, ya sea verde o madura, pero bien podría emplearse en la preparación de jugos, licores, dulces, jaleas, ensaladas y salsas para acompañar carnes y pescados. Desde hace algunos años productores dominicanos sacan mayor provecho de este producto y se asociaron en un cluster o conjunto productivo de Manzana de Oro y Frutas Exóticas (Manzofrex), que tiene plantaciones principalmente en la provincia Monte Plata. Estos productores organizados exportan pulpa de manzana de oro para la elaboración de jugos. Esta pulpa tiene como destino otros países del Caribe y, en menor proporción, Europa, según Cándida Batista, investigadora del Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (Idiaf), institución que incluyó el cultivo de manzana de oro en su Estación Experimental de Frutales, de Baní, con el fin de realizar investigaciones sobre el manejo agronómico de la citada planta. Batista informa que se han hecho pruebas para usar la pulpa de la manzana de oro en helados, mermeladas y conservas de elaboración industrial. Y es que aun con la dificultad que algunos encuentran en ingerirla a causa de su semilla, la manzana de oro - conocida en otras latitudes como jobo de la India- contiene importantes nutrientes. Entre estos se distinguen: agua, sodio, potasio, magnesio, calcio, manganeso, vitamina C, hierro, cobre, zinc y fósforo. Según un documento informativo del Idiaf, la corteza de la Spondia contiene taninos y, gracias a ello, se emplea en el tratamiento de quemaduras, trastornos dermatológicos, psoriasis, infecciones genitales, faringoamigdalitis y asma.