FAMILIA
Charlar sobre sexualidad con los hijos, una oportunidad para educar
SANTO DOMINGO.- Después de atravesar por un alumbramiento, muchas madres afirman que la peor parte ya ha pasado; sin embargo, enfrentarse a la crianza de un ser humano resulta mucho más desafiante que treinta horas de labor de parto sin anestesia, porque no sólo se trata de cambiar pañales, asegurarse de que esté limpio y bien alimentado, sino de darle educación y formación en cada aspecto de la vida. La sexualidad ocupa uno de los aspectos más importantes y paradójicamente uno de los más ignorados por los progenitores al momento de informar e instruir. Es una realidad que a la mayoría de los padres le resulta sumamente engorroso enfrentarse a sus hijos, darles explicaciones y lidiar con el tema. “El que no se hable del tema no significa que no existe, los padres tienen que estar muy claros en que tapar con un dedo la situación no significa que su hijo no va a experimentar, no va a buscar ayuda o información”, explica la psicóloga Claudia Simó, experta en estimulación temprana y pedagoga. Según ella, obviar este tópico es el origen de muchos peligros y problemas debido a que muchas veces las informaciones que reciben los niños no son las más adecuadas. Manejar el tema con los niños desde que nacen es lo ideal y nombrar los genitales por su verdadero nombre es un primer paso. Cuando surgen las preguntas...Mami, ¿qué es el coito? ¿De dónde vienen los bebés? ¿Por qué no tengo pechos grandes como mami? Estas son sólo algunas de esas preguntas que suelen hacer los niños en el instante menos esperado. Por más libros que se hayan leído o más consejos recibidos parecería que nunca hay preparación suficiente cuando llega el momento de responderlas. Prestar atención a lo que pregunta el pequeño y preguntarle cuál cree que es la explicación de lo que cuestiona es la primera recomendación que hace la experta. Luego de indagar qué tanto conoce el infante, de acuerdo con su edad, se le responderá lo que desea saber manteniendo siempre la calma y hablando con naturalidad. “Si un papá se escandaliza e inmediatamente comienza a prohibir, el niño en ocasiones futuras no se va a acercar al mismo para hacer preguntas, aunque no tengan que ver con sexualidad. Porque entiende que el papá cierra puertas, no es receptivo, no le entiende. Hacer preguntas y escuchar le dará ventaja al padre”, expuso la especialista. Las respuestas de niños pequeños de preescolar deben ser respuestas cortas, sencillas, precisas y claras. Por ejemplo, si ellos preguntan para qué sirve el pene, una respuesta apropiada puede ser: “Tu pene sirve para hacer pipí”. Pero en un futuro esa respuesta no será satisfactoria y se debe empezar a ampliar más. De acuerdo con Simó, es fundamental que el niño quede saciado con la respuesta que recibe y si en el momento en que surge la curiosidad el padre no sabe qué contestar, puede prometerle al niño hablar del tema ese mismo día en la noche o unas cuantas horas más tarde. En ese intervalo, el progenitor puede buscar información o asesoría con algún familiar o experto para poder responder, pero nunca debe evitar la conversación, debe cumplir lo prometido. En palabras de la psicóloga, hablar con los hijos sobre sexualidad no es algo que se hace una sola vez en la vida; es algo que debe suceder todas las veces posibles, ya que diariamente son bombardeados por los diferentes medios de comunicación con información distorsionada de lo que son las relaciones de pareja y la sexualidad. Los diálogos sobre estos temas son la oportunidad para fomentar valores positivos en los hijos y crear las bases para una sexualidad sana. LA INOPORTUNA PORNOGRAFÍADado el fácil acceso a informaciones y contenidos no aptos para menores de edad, muchos infantes conocen sobre reproducción y sexualidad de la forma más inconveniente. En muchos casos, explicitas pornografías, terminan “instruyendo” a los pequeños de una manera brusca e impactante. Para evitar esta situación, la psicóloga recomienda a los padres que estén siempre pendientes de bloquear canales de televisión y páginas de Internet que exhiban esos contenidos y a las que sus hijos puedan tener acceso. Pero cuando ya la situación está dada y los progenitores se enteran del “descubrimiento” de su cría, lo mejor es enfrentar la situación y buscar prontas soluciones. De acuerdo con Simó, mantener la calma es esencial, cuestionar al pequeño en cuanto a lo que vio y cómo lo interpreta es lo más aconsejable, a partir de esta información el padre puede orientar y determinar las medidas a tomar para el bienestar de su vástago. “Muchas veces el niño queda muy impactado porque entiende que se está maltratando a la mujer o al hombre y ve un sexo deformado. Yo siempre recomiendo a los padres que lleven a sus hijos a un terapeuta infantil y con unas cuantas sesiones se puede solucionar ese problema”, añadió. PREVENCIÓNAbordando el tema con naturalidadErróneamente, muchas personas consideran que tratar el tema de la sexualidad con los niños es promover o incitar al sexo prematuro. Muy al contrario de esta idea, una conversación a tiempo puede aportar mucho al desarrollo y bienestar del individuo. En palabras de Ana Simó, el primer beneficio es que se trabaja en prevención, pues antes de que se den situaciones en que el joven se vea tentado a hacer uso inconsciente de su sexualidad, ya tiene una formación integral y conoce la importancia de su cuerpo, valores morales que condicionan sus decisiones, además de conocimientos claros de las consecuencias de sus acciones y la repercusión en su futuro. Simó explica que cuando se tratan con normalidad temas relacionados con la sexualidad y se le presenta a la persona desde muy temprana edad que ésta forma parte de su cuerpo, que es buena y no debe avergonzarle, se está también trabajando con la autoestima del pequeño, además de que se le está regalando la capacidad de, en la adultez, tener una sexualidad sana, poder hablar sin tabúes y tener una mayor posibilidad de entablar una buena relación de pareja en la cual será más fácil la comunicación y el entendimiento. La creación de vínculos afectivos y de confianza que permite esta charla entre padres e hijos es otro de los beneficios que se derivan del tema. ESCUELA DE PADRESLa sensación de no estar haciendo bien las cosas y la duda de lo que resultará mejor en la formación de los hijos es un sentimiento común en todos los padres; y es que ningún hijo llega con un manual de instrucciones y los múltiples problemas a los que se enfrentan ponen a prueba cada aspecto del ser. No sólo la sexualidad pone en aprietos a los progenitores; otros importantes temas los llevan al borde de la desesperación y al sillón de un terapeuta. En respuesta a esta necesidad, el Centro Vida y Familia recién inició la Escuela de Padres, un proyecto dirigido específicamente a la orientación de aquellos con la ardua labor de criar a sus vástagos. En la Escuela de Padres se reunirá una vez cada dos semanas un grupo de padres con problemas similares e intercambiarán ideas con expertos de la psicología para lograr superar sus problemas y aprender cómo enfrentarlos. Es una alternativa para quienes están implementando estrategias de crianza que resultan ineficientes o para quienes tienen situaciones específicas que tratar y no encuentran solución.
