Las veces que Mario Vargas Llosa mencionó a RD en su columna "Piedra de Toque"

Una columna que fue muy polémica en República Dominicana fue “Las parias del Caribe”, donde criticó a los jueces del Tribunal Constitucional dominicano

El escritor peruano Mario Vargas Llosa durante el acto de este miércoles

El escritor peruano Mario Vargas Llosa durante el acto de este miércolesJosé Alberto Maldonado

A lo largo de su carrera, el fallecido Premio Nobel de la Literatura, Mario Vargas Llosa, estuvo vinculado al país a través de sus obras, galardones, y polémicas opiniones.

A través de “Toque de Piedra”, columna que Vargas Llosa escribía para los diarios, El Comercio y El País, el ganador del premio Príncipe de Asturias se refirió en varias ocasiones a República Dominicana, donde mencionó personajes de la historia, la situación política y hasta realizó criticas al Tribunal Constitucional.

El 16 de mayo de 2010, bajo el título “La muerte de un pimpollo", Vargas Llosa escribió sobre el suicidio de Luis José León Estévez, a quien se refirió como “yerno del dictador dominicano Trujillo y compañero de orgías y torturas de su hijo Ramfis”.

En la columna, el escritor relata sobre la vida y muerte de León Estévez en Santo Domingo, y reflexiona sobre la realidad social en el país durante la época del dictador y cómo ha cambiado tras los años.

“Los jóvenes dominicanos de nuestros días deben oír hablar de todo aquello como de algo prehistórico. Por fortuna, su país ha dejado atrás y cada día se aleja más de semejante barbarie. Es uno de los países latinoamericanos donde la democracia ha arraigado mejor y donde unas políticas sensatas han traído progreso económico e institucional considerable”, escribió Vargas Llosa en su columna.

Una columna que fue muy polémica en República Dominicana fue “Las parias del Caribe”, donde criticó a los jueces del Tribunal Constitucional dominicano, y los comparó con los jueces que diseñaron las Leyes de Nuremberg de 1935 durante la Alemania Nazi, donde los judíos que habían nacido en Alemania fueron despojados de la ciudadanía de ese país.

La razón de esto, fue la Sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional, donde se eliminó la nacionalidad dominicana mediante el ius soli (derecho de suelo) y se estableció solo el ius sanguinis (derecho de sangre).

El también ensayista, inició su escrito mencionando el caso de Juliana Deguis Pierre, quien nació en República Dominicana, siendo hija de padres haitianos. Esta acudió a la Junta Central Electoral a solicitar la cedula, pero le fue negada.

La dama apeló la decision, y el 23 septiembre de 2013 el Tribunal Constitucional dictó la referida sentencia que eliminaba la nacionalidad dominicana a quienes hayan nacido en el país, pero de padres inmigrantes irregulares.

“La sentencia del Tribunal Constitucional dominicano es una aberración jurídica y parece directamente inspirada en las famosas leyes hitlerianas de los años treinta dictadas por los jueces alemanes nazis para privar de la nacionalidad alemana a los judíos que llevaban muchos años (muchos siglos) avecindados en ese país y eran parte constitutiva de su sociedad”, dice un fragmento del artículo publicado en El País en dos de noviembre de 2013.

La columna de Vargas Llosa provocó una ola de críticas, donde ciudadanos pidieron fuera declarado como persona non grata en el país.

En su columna "El delirio de la soberbia" del 20 de marzo de 2022, el fenecido autor analiza la obra de Carlos Granés, “Delirio americano”, el cual se examinan aspectos políticos y culturales de América Latina. Asimismo, hace una mención del poeta dominicano, Pedro Henríquez Ureña.

“Creo que entre los libros publicados en estos años, el ensayo de Carlos Granés quedará como uno de sus más firmes valores, en un campo –el ensayo- en el que, pese a escritores como Henríquez Ureña o Alfonso Reyes, América Latina no ha sido demasiado pródiga”, son las palabras con las que Vargas Llosa culminó su columna.

En la columna "Catorce minutos de reflexión", publicada el 10 de octubre de 2010, el escritor narra el momento cuando recibió la llamada de la Academia Sueca para informarle que había sido escogido Premio Nobel de la Literatura.

Aunque no se centra en República Dominicana, el autor menciona que tras recibir la noticia junto a su esposa, Patricia Llosa, llamaron a su hijo Gonzalo Vargas Llosa en Santo Domingo, capital dominicana.