"Denia" Henríquez Joshua, una madre y abuela dedicada por entero a su familia que perdió la vida en el Jet Set

Daniela Henríquez Joshua

Con un vestido negro con detalles plateados que le llegaba un poco por encima de las rodillas, aretes redondos, una cadena, un reloj y dos anillos en su mano izquierda, fue el atuendo que eligió cuidadosamente Daniela Henríquez Joshua para el que sería su último baile.

Daniela, mejor conocida como “Denia”, fue una de las víctimas del colapso del techo de la discoteca Jet Set, ocurrido la madrugada del martes 8 de abril. 

Falleció junto a sus hermanas Estela y Gladys, su sobrino Francisco Alberto Méndez Henríquez y la esposa de este, Auilsa Frías, mientras disfrutaban una noche de merengue con “la voz más alta del merengue”.

Madre de 4 hijos y abuela dedicada, "Denia" se ganaba la vida arreglando ropa desde su hogar. También cuidaba a sus dos nietas de 17 y 10 años, ya que su hija Ana Julia, madre de las niñas, laboraba en Higüey para obtener una mejor vida.

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"Denia" estaba a dos días de cumplir 70 años. La salida al Jet Set fue el obsequio de cumpleaños de una de sus sobrinas. Era su forma de celebrar la vida.

La última imagen de "Denia" desde su hogar fue capturada por su nieta mayor, quien al verla arreglada y sonriente le tomó una foto. No sabía que ese sería el último recuerdo visual de la mujer que la había criado desde que era bebé.

La última imagen de Daniel Henríquez Joshua desde su hogar

La última imagen de Daniel Henríquez Joshua desde su hogarRaul Asencio

Las flores te dan la bienvenida a la puerta 3B donde antes vivía Daniela y ahora vive la madre de las niñas, aún sin entender qué pasó.

El silencio se apoderó del espacio y Ana Julia indicó que las orquídeas que están en una de las ventanas eran su planta favorita.

Se murió y no la vio florecer”, dijo con voz entrecortada Ana Julia.

Con lágrimas y la maceta de las orquídeas en las manos, continuó diciendo: “a veces la estaba buscando en la casa y la encontraba hablando con sus matas. Era loca con ellas (…) Era su mata favorita”.

Las orquídeas, símbolo de la belleza eterna y la continuidad espiritual de la persona fallecida, aún no han echado flores. Pero la segunda hija de "Denia" la cuida y las observa con la esperanza de ver cumplido el deseo de su madre: florecer en primavera.

En la puerta aún cuelga un pergamino con el versículo de Jeremías 15:20: “Yo estoy para guardarte y defenderte, dice el señor”. La misma protección que, en medio del dolor, su familia hubiese querido que ella, sus hermanas y su sobrino hubieran tenido a las 12:44 de la madrugada de aquel martes, cuando ocurrió la tragedia.

Pese al shock y la tristeza, Ana Julia tuvo que hacerse fuerte y ser la encargada de reconocer el cuerpo de sus familiares, ya que llegaron sin identificación.

Tuvo que ir a diferentes centros hospitalarios para poder dar con el paradero de su madre y sus demás familiares. Luego, recibió una llamada de un familiar: cinco cuerpos habían llegado al Instituto Nacional de Patología Forense, lugar donde recibían los cuerpos de las víctimas.

“Para yo tener el cuerpo de mami, tuve que hacer un solo desorden", manifestó Ana.

Sin embargo, no pudieron velar el cuerpo de sus familiares como querían porque ya estaban en estado de descomposición. “Teníamos que ponerle las fotos arriba para saber cuál era quién”, relató.

"Denia", Estela, Gladys y el sobrino fueron enterrados en el mismo lugar en que descansa el cuerpo de sus padres.

Los hijos de "Denia" Henríquez Joshua no pudieron venir al país para ver por última vez el cuerpo de su madre porque se encuentran en territorio estadounidense.

A más de un mes de la tragedia, los familiares de "Denia" no entienden, ni saben qué decir cuando están todos juntos. El dolor se apodera de cada uno de ellos.