Llegaron los cambios… y no de clima

De cierto tiempo acá, la colectividad nacional ha visto reclamando cambios en el tren gubernamental. Y lo ha hecho por varias razones: Incapacidad en el ejercicio de las funciones encomendadas, por denuncias de irregularidades cometidas en el desempeño de las mismas, y como parte del choque de intereses propio del ejercicio del quehacer político que rige la actividad gubernamental.

Fachada del Palacio Nacional.

Palacio Nacional.

Analizando el decreto 48-25 entendemos como importantes algunas de esas designaciones ya que involucran y desplazan a importantes personajes de la vida política nacional y los demás señalan a una gran cantidad de personas quienes la sociedad desconoce en gran medida; tanto su trayectoria personal como su preparación académica y experiencia en el ramo; por lo cual no se puede esperar claramente resultados en las gestiones designadas. Por lo que cabe recurrir al refrán que dice: “Para seguir equivocándome con la misma gente, y el mismo resultado, prefiero arriesgarme con nuevos funcionarios.”

El momento actual que vive la humanidad y particularmente nuestro país, no es el mejor para arriesgarnos en designar a personas de no probada capacidad y experiencia, dada la complicada situación de servicios y aspectos fundamentales de nuestro vivir, los cuales requieren desde hace décadas ser solucionados y que han sido constantemente prometidas sus soluciones gobierno tras gobierno que hemos tenido. Pero en este caso, no queda de otra que darle el beneficio de tiempo para ver si pudiéramos ver en esta década cambios que valgan la pena.

Estas designaciones sin embargo merecen darle un vistazo particular a varias de esas designaciones que merecen conocerse las razones un poco mas a fondo para ajustar las espectaivas que pudiéramos tener de las mismas.

El caso del ministro Deligne Asención, es uno de ellos. Pues su desempeño como Ministro de Obras Publicas y Comunicaciones, no depende de manera directa de su capacidad de ejecutar grandes obras civiles como nos tiene la historia acostumbrados, ni de su capacidad como ingeniero de ejecutar un proyecto. En este periodo de turbulencias en que ha tenido que manejarse el gobierno dominicano, sobredimensionado en su estructura nominal.

La limitada cantidad de recursos que ha tenido a su disposición versus el abanico de necesidades a cumplir, le dejo un muy limitado campo de oportunidades. Por lo que no ha podido exhibir logros que no solo impresionen, sino que satisfagan necesidades esenciales a la colectividad. Por lo que no es raro el ver evaluaciones contrastantes de su gestión. Cuando la decisión de que se hace o no depende de los recursos disponibles del ministerio, sino del gobierno central que tiene más compromisos que ninguna otra cosa.

En cuanto al nuevo incumbente en MOPC, el amigo Eduardo Estella, a quien bien conozco de la época de gobierno del Dr. Balaguer, de quien fue su vice ministro y ministro de Obras Públicas, hasta el 1994; solo puedo decir que agotó una muy buena gestión cuando en ese tiempo, hace ya 30 años y a cargo de una estructura que en ese momento estuvo en franca expansión y con los recursos disponibles para propiciar los cambios que la situación requería, fruto del ahorro interno que propiciaba el presidente Balaguer se construyeron obras que todavía en uso, son referencias en la ingeniería dominicana.

Hoy, a tres décadas de eso, ese escenario no existe. Pero entiendo que esa designación, mas que para dinamizar y expandir, el presidente Abinader persigue consolidar una gestión más controlada y alineada a su visión del futuro que le espera. Meta de más fácil implementación con la visión de estado de Eduardo, quien manejo acciones y situaciones de mayor envergadura durante su paso por el senado de la república y en su condición también de ser parte del caucus de Santiago. De gran impacto en la vida nacional.

La sustitución del ministro de Educación, por el abogado Luis Miguel De Camps, a quien le reconocemos una apropiada preparación académica y un trato mesurado y discreto para atender importantes asuntos durante este periodo de gobierno nos sorprende; y no nos trae inquietudes. Pues con ella, repito; el presidente busca ensanchar un colchón de control y confianza en importantes aspectos de la vida nacional. En la cual, la educación pudiera ser el ejemplo de la más precaria y cuestionada gestión de desempeño. Y hay que decirlo, pues es la instancia de gobierno la cual, ha dispuesto del más adecuado presupuesto y recursos en el ultimo cuatreño, y con el mas pobre desempeño en resultados, Vistos a nivel nacional e internacional.

Con la designación de Luis Miguel De Camps, como el nuevo Ministro de Educación, no pretenderemos ver milagros. Pero si un más acertado control administrativo y metodológico en un ministerio caractrizado por manejarse hacia lo interno a través de islas de poder de altas instancias del partido de gobierno. Donde cada una tiene su injerencia y objetivos particulares. Y en ese sentido, solo nos queda confiar en el ADN del nuevo ministro para poder lidiar con esa situación.

La designación de Eddy Olivares para mi es un verdadero acierto que le suma valores a la naturaleza de las funciones del Ministerio de Trabajo. Es un profesional del derecho con amplia experiencia en el ramo y sobre todo con un temperamento sosegado, poco conflictivo y con apego estricto a la ética y las leyes. Como ciudadano, tiene el derecho de tener predilecciones políticas, pero las ha sabido colocar en su justo lugar. Por debajo del supremo interés nacional

Y por último, y no menos importante, la cacareada designación de Robertico Salcedo en el Ministerio de Cultura. Un ministerio que no ha podido ni concluir las tareas iniciadas por el anterior gobierno ni impulsar ninguna actividad nueva formativa o desarrollista del arte nacional. Y que sigue siendo víctima de la falta de recursos y asignaciones para por lo menos hacer un trabajo sino eficiente, digno en beneficio del arte nacional.

En este caso, entiendo que Milagros German, fue víctima de una designación que ella debió de condicionar a que se le proveyeran recursos mínimos para poder no solo mostrar nuevas iniciativas, sino cumplir mínimamente con las ya en curso cosa la cual, si se ha logrado……no se ven.

Roberto no es un artista de las artes tradicionales ni tiene formación académica en las mismas, pero si tiene el conocimiento del gusto popular y la habilidad de generar recursos y promocionar cosas, que hoy la cultura dominicana requiere. Si se rodea de personas con formación cultural y educación general pudiera ponerle el suero a una faceta de nuestra vida republicana que ha estado en coma la mayor parte de nuestra vida democrática, donde quienes han estado a cargo de esa parte del gobierno o eran puritanos aristócratas de las letras, o sencillamente políticos de turno o individuos sin la formación necesaria para catapultar nuestra identidad.

Con el, viendo las fortalezas y debilidades que trae, quisiera ver una oportunidad de crecimiento y desarrollo, basado en que a su manera ha logrado penetrar en el conocimiento y el gusto nacional y porque no, obtener resultados visibles.

Celebro la designación de Celinés Toribio, como Vice Canciller Encargada de las Comunidades Dominicanas en el Exterior por varias razones:

Es una mujer meritoria, que ha crecido tanto localmente como internacionalmente; donde la competencia es aun mas fuerte, Una mujer con una gran identidad nacionalista que exhibe orgullosamente y con una identificación medular con la diáspora dominicana. A quien a diario representa,

Su paso por el congreso nacional habrá sido efímero, posición que gano con tesón y tino. pero tengo la esperanza y la seguridad de que lo que hará en esta nueva encomienda sera relevante.

Le sugiero asesorarse bien con lo que es el mundo diplomático, donde por suerte en nuestro ministerio de Relaciones Exteriores, sigue habiendo embajadores con experiencia para formar buenos interlocutores de nuestra identidad.

Por los demás cambios y designaciones….habrá tiempo…..!

Desde el otro Lado…

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