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En el Paseo la Gracia de Dios la gente pide llegue asistencia

Testimonio. “Yo me iba a morir ahí adentro. Si no fuera por mi hijo, que vino y me sacó, yo no estaría aquí contándola”, relató Herminia, quien recordó la furia de la intensa lluvia.

Están abriendo paso en medio del agua estancada. raúl asencio/listín diario

Están abriendo paso en medio del agua estancada. raúl asencio/listín diario

Más de una veintena de familias hacen vida a la vera de la cañada del Paseo la Gracia de Dios, en Arroyo Hondo, donde el agua nunca deja de correr y el pasado viernes rebozó los muros que la resguardan desembocando en los hogares de decenas de personas que hoy claman desesperados por ayuda gubernamental ante la pérdida de sus bienes materiales.

“Yo me iba a morir ahí adentro. Si no fuera por mi hijo, que vino y me sacó, yo no estaría aquí contándola”, relató Herminia, quien entre las paredes de su hogar, con sus enseres flotando, vio pasar frente a sus ojos la historia de su vida bajo la intensa lluvia que no escatimó medidas para caer el pasado viernes.

Parecía una escena digna de película la que relató la señora de 53 años, viviendo sola, al momento que presenció como el agua empezaba a subir llegando a penetrar las entradas de su casa, no encontró salida, aunque tampoco había forma, por lo que su única medida fue sentarse en su mesa comedor, con el agua hasta el cuello.

Así viven

La puerta del hogar de Herminia, y la de todos sus vecinos que residen junto a ella alrededor de la alcantarilla en el Paseo de la Gracia, da a “la calle”, que literalmente es la propia cañada que se apoya para crecer en un flujo de agua que siempre ha estado ahí y corre como si no fuese más que un río.

Los charcos persiten en el sector

En diferentes puntos hay grandes charcos y la boca no parece más que un hondo pozo de desechos tóxicos con un olor desagradable.

El camino es complicado para acceder hacía estos “desamparados” que afirman que de todas formas han hecho llamados al Estado para ser escuchados y no lo han logrado. Algunos deben acercarse hacia sus casas agarrados en una pared, de espaldas a la cañada en un murito que las pisadas no pueden ser más grandes que la distancia de un block.

Ahora, llegar se hace más complicado con la cantidad de colchones, muebles y demás que han sacado hacia los limitados lugares en los que pueden hacerlo en sus frentes en busca de que se sequen.

No llegan ayudas

“Las ayudas han llegado para allá arriba, pero aquí, donde verdaderamente estamos los afectados, no ha venido nadie”, alegó José Luis, quien vive a la vera de su madre, junto a sus hijas y el agua les llegó hasta las ventanas.

Sepa más

Sin levantamiento

No se ha realizado levantamiento, autoridades comunitarias no han pasado por allá, en el Paseo de la Gracia solo recibieron raciones de una comida cruda que muchos no pueden cocinar porque sus estufas también están dañadas.

Entregas fallidas

Ante sus ojos, han visto como a otros que quizás no lo necesitan, le han sido entregadas camas, estufas, tanques de gas y otros productos que quizás no necesitan, sin embargo el Ministerio de Obras Públicas ha iniciado trabajos para mejorar el alcantarillado.