Un panorama incierto

Avatar del Listín Diario
VIRGILIO MALAGÓN ÁLVAREZSanto Domingo

El Programa Mun­dial de Alimen­tos (PMA), de las Naciones Unidas, solicito US$315 millones de dóla­res para ayudar a los grupos más vulnerables en el conti­nente americano.

Según este organismo, la América Latina y el Caribe atravesarán una de las cri­sis más agudas de su histo­ria, en materia de insegu­ridad alimentaria, como consecuencia de la guerra en Ucrania, al estar cerrados to­dos los puertos del Mar Ne­gro.

Esta situación afecta grande­mente la oferta de materias primas básicas y alimenta­rias de nuestra región, enca­reciendo las dietas domésti­cas primordiales y creando un entramado de desem­pleo, que impulsara un in­cremento considerable de los éxodos, hacia economías supuestamente más desarro­lladas.

Nuestro país, al igual que El Salvador, Costa Rica y Pana­má, adolecemos de econo­mías sumamente abiertas que dependen en mas de un 75% de las in importaciones para su subsistencia.

Este déficit en nuestras ba­lanza de pagos, unido a un incremento en nuestra deu­da pública, refuerza el temor de caer en unos niveles in­sostenibles de estanflación.

Como economías abiertas, si los precios de las materias primas y alimentos impor­tados sube, entonces no hay como compensar estas alzas con incrementos de ingresos ya que NO existe un entra­mado de exportación salu­dable y sostenido.

La ecuación fatídica que nos amenaza como algoritmo in­salvable es:

(Alta Deuda) + (Poca Ex­portación) + (Inflación Im­portada) = Estanflación.

Para empeorar las cosas, nuestra economía, excesiva­mente abierta, depende en mas de un 80% del Turismo, las Remesas y el Sector Ser­vicios, para solventarse, lo que plantea una revisión in­mediata del modelo econó­mico dominicano.

Además, se ha optado por una estructura fiscal mayor­mente subsidiaria de las ac­tividades básicas de nuestra economía, comprometiendo así grandemente los recur­sos fiscales de nuestra eco­nomía.

Sin embargo, a pesar de dar­se todas las condiciones pa­ra que se encarezcan los co­mestibles de nuestra canasta básica alimentaria, nuestros agricultores, con el apoyo decidido del Gobierno Do­minicano, ha incrementa­do la oferta de estos alimen­tos. En adición, también se ha recurrido al incentivo fis­cal para la importación de los mismos y, recientemente, también se podrían incenti­var las materias primas bási­cas para su elaboración.

En otra palabras, la Republi­ca Dominicana podría cam­pear una crisis alimentaria en el corto plazo, pero el es­tado Dominicano tendrá que cambiar los paradigmas eco­nómicos actuales de nuestro modelo económico exode­pendiente.

Tags relacionados