Enfoque

El fraude financiero de las ayudas sociales

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Virgilio Malagón ÁlvarezSanto Domingo, RD

No solo en nuestro país se cuecen las habas amargas de los fraudes a los programas de ayuda social derivados de los efectos del COVI-19. También en la nación norteamericana esas habas se cuecen igual.

En nuestro país los participantes de Prosoli ingresan al programa mediante la base de datos de elegibles del Sistema Único de Beneficiarios (Siuben) conformado por los hogares más vulnerables del país. El Siuben visita esos hogares con personal correctamente identificado para determinar el Índice de Calidad de Vida (ICV) de los elegibles, los cuales son clasificados según el nivel de pobreza. Sin embargo, hay una nueva casta de estafadores que ofrecen las tarjetas Progresando con Solidaridad y la de Incentivos Especiales a través de varios portales mediáticos y/o visitas a domicilio. Otra modalidad es la de “contratar” un espacio de tiempo, con los dueños de colmados, para poder clonar miles de tarjetas en una tanda nocturna, llegando a estafar al Estado Dominicano con más de RD$195,000,000.00, perjudicando a más de 95,000 tarjetahabientes.

Sólo del 18 al 20 de febrero del año 2014, el grupo sustrajo más de RD$14 millones de los fondos de estos subsidios gubernamentales.

Además, se detectó que a través del uso de verifones, instalados en pequeños colmados con reducidos inventarios, estos registraron ventas que superan hasta 25 veces su capacidad total. El total de estos colmados sobrepasan la veintena, en varios municipios del país.

Como dicen por los países: So Far, So Good, (hasta ahí todo está bien).

Ahora y recientemente, en los estados Unidos de Norteamérica se ha destapado un fraude colosal con los recursos asignados al Relief Fund for COVI-19. (Fondo de ayuda y mitigación económica y financiera para paliar los efectos del COVI-19 en las Mipymes).

Una sola pareja de estafadores había robado cerca de US$100 millones en fondos de ayuda para la pandemia, dijo el martes el Bureau de Investigaciones Federal (FBI).

Los fondos robados fueron desviados por estafadores del Programa de Protección de Cheques de Pago de la Administración de Pequeñas Empresas, del programa de Préstamo por Desastre por Daños Económicos y de otro programa creado para repartir fondos de asistencia por desempleo en todo el país.

El gobierno estadounidense ha desembolsado alrededor de US$3,500 millones en dinero de ayuda de COVID, desde principios de 2020, cuando comenzó la pandemia.

Hasta el momento se han recuperado más de U$2,300 millones en fondos robados, lo que resultó en el arresto de más de 100 sospechosos que abarcan desde individuos hasta grupos organizados; parte de los fondos recuperados incluyen más de US$400 millones de PayPal y Green Dot Corporation, entidades de pagos en línea favoritos de los norteamericanos. La magnitud del fraude es tan inmensa que instituciones privadas, afectadas por el fraude, se comunicaron con el Servicio Secreto para obtener más ayuda.

Peligro de la premura

Es muy importante señalar que la premura es la madre del fracaso. Digo esto debido a que el gobierno norteamericano implementó rápidamente el Programa de Protección de Cheques de Pago y el programa de Préstamo por Desastre por Daños Económicos el año pasado para ayudar a las pequeñas empresas. Ambos programas han estado plagados de problemas. Un informe de un inspector general del Departamento de Trabajo culpó a los controles inadecuados por miles de millones de dólares en fraude potencial.

La rápida implementación del programa de Asistencia de Desempleo por la Pandemia lo convirtió en presa fácil para los estafadores. La Oficina del Inspector General del Departamento de Trabajo, en un informe publicado en marzo, dijo que al menos US$109 mil millones de los US$896 mil millones estimados en fondos del programa de desempleo podrían pagarse indebidamente, con una parte significativa atribuible al fraude.

Traigo esto a colación debido a que en nuestro país también la premura ha dejado muchos cabos sueltos en lo referente a:

1- ¿Cómo es posible que los emisores (bancos) de las tarjetas de solidaridad no tuviesen una salvaguarda digital que diera la voz de alarma cuando se hacían esas transacciones a altas horas de la noche?; ventas de millones de pesos en las madrugadas??!!

2- ¿Cómo es posible que esos “Verifones” no tengan un sistema de alerta temprana donde se disparen alarmas cuando se realicen este tipo de transacciones?; lo mismo pasa con esos equipos de las bancas de apuesta!!!

Estos dos elementos básicos deben ya de ser incorporados a las normativas prudenciales de la banca nacional para evitar futuros fraudes y evasión fiscal.

Finalmente, deseo dejar claro que de buenas intenciones están pavimentados los caminos que conducen al Averno. Sólo la prevención y la comprensión de los eventos a sustentar evita que estos se prostituyan y se conviertan en un delito de Lucro Cesante para nuestra nación y todos sus ciudadanos.

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