La República

Enfoque

Tormentas que amenazan el 2022

José Lois MalkunSanto Domingo, RD

1. La tormenta inflacionaria Lo que se creía que era una tormenta coyuntural debido a la pandemia y que se disiparía a finales del pasado año, sigue azotando con fuerza y creando incertidumbre en los mercados financieros alrededor del mundo. Las inyecciones de liquidez que revalorizaron las ganancias de los inversores con máximos históricos en las bolsas mundiales, gracias a la pandemia, llegan a su fin y todo apunta a un fuerte aumento de las tasas de interés en los próximos meses para contener la inflación, lo que ya se refleja en una caída de los mercados bursátiles, retiro de ganancias de los inversionistas y un derrumbe del Bitcoin.

2. La tormenta petrolera El 2022 arranca con precios que rozan los 85 dólares el barril (Texas) ya que la economía finalmente venció a la pandemia y nadie quiere frenar el crecimiento volviendo a las restricciones del pasado.

El precio bajó hace un mes a 70 dólares el barril cuando el Ómicron amenazaba con nuevas medidas de restricción, pero todo siguió igual y nadie cedió a esa amenaza bajo la presunción de que esa nueva variante del Covid es menos letal entre las personas vacunados con dos a tres dosis.

Mientras tanto los precios de la electricidad y los combustibles se disparan impactando los precios de todos los bienes y servicios.

3. La tormenta de la deuda y los déficits El crecimiento exorbitante de la deuda pública y los déficits para reactivar una economía, que registró la peor caída desde los años 30 debido a la Covid- 19, está creando presiones políticas en muchos países y expectativas negativas entre los inversores. Nadie quiere pagar el costo de la pandemia y eso no es sostenible en el tiempo, más cuando las medidas monetarias para controlar la inflación tendrán sus efectos negativos en el área fiscal por una menor demanda de bienes y servicios.

4. La tormenta ucraniana El riesgo de una guerra en Ucrania gana terreno. Europa sería la más afectada, aunque el impacto geopolítico sería desgarrador, disparando aún más el precio del gas, del petróleo y la electricidad. Las bolsas se hundirían, el crecimiento económico se paralizaría y el comercio mundial y el turismo retrocederían a la época de la pandemia en el 2020.

Si bien, esa guerra es poco probable, los mercados ya comienzan a reaccionar ante una eventual escalada del conflicto, lo que agrava las expectativas de crecimiento.

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