Religión y sociedad en un culto dominicano
Historia: Los Gagá son grupos que deambulan en temporada de cuaresma, mayormente los sábados, recorriendo los campos y comunidades. Se asientan en los bateyes, ya que se conforman por dominicanos descendientes de otras naciones caribeñas y “dominicanos de nacimiento y origen” que hayan tenido contacto con el complejo azucarero.
Con música, baile y literatura de la buena se presentó un libro, se habló de identidad y se bailaron nuestras raíces. Fue una jornada única. De esas que nacen de la auténtica cultura. El acto ocurrió en la explanada del Ministerio de Cultura, durante la presentación del libro ‘El Gagá: religión y sociedad de un culto dominicano’ de la antropóloga norteamericana June Rosenberg (1934- 2002).
El tomo, cuya primera edición se realizó en Santo Domingo en 1979, es el resultado de una investigación realizada sobre el Gagá en la cultura dominicana. Contiene 310 páginas y su cuerpo está enriquecido con informaciones y puntos de vistas relacionados a este baile.
El Gagá, además de ser un baile adoptado por un sector humilde de la sociedad, podría considerarse como una tradición, y parte de nuestras raíces. Comúnmente se realiza en épocas finales del invierno para darle así la bienvenida a la primavera o Semana Santa.
Darío Solano, Odalis Rosado, y Dagoberto Tejeda dijeron presentes. Los tres estaban emocionados.
Un dibujo de satisfacción especial se notaba en el rostro eel sociólogo folklorista e investigador banilejo. Las tres figuras dedicaron parte de su vida a la difusión y defensa de los valores de este baile. Los tres asistieron a la puesta en circulación del referido libro. Se veían felices. Interactuaron y disfrutaron de un espectáculo inusual.
Más que un lanzamiento habitual de un libro, el evento fue distinto. Tuvo como propósito incentivar el conocimiento de la cultura africana y su importancia para la República Dominicana como país que integra el Caribe insular. Conjuntamente a ello, Jesús Paniagua, secretario general de la Comisión Dominicana para la Unesco, dijo que lo más importante del tema es conocer y difundir las tradiciones.
“Lo importante es conocer los orígenes de este este baile y de los mitos que se mueven alrededor de ellos. ¿De dónde vienen? ¿Qué son? ¿Qué representan y qué valores les hemos aportado como dominicanos? Es muy importante conocerlos para poder valorarlos después. Y cuando los valoramos, entonces forman parte de nuestra identidad cultural”.
El mismo informó que se trabaja para salvar el patrimonio material y cultural: “Consistirá en hacer un inventario sobre lo que es patrimonio cultural y material en el país como la gastronomía, la música, el baile, etc. y establecer una política de acciones para hacer que esas manifestaciones como el Gagá, Los Congos de Villa Mella, la Feria Artesanal, entre otros, puedan desarrollarse de forma sostenible”.
El baile y su gente Durante el evento, el grupo ‘la 30 de San Pedro de Macorís’, hizo de las suyas. Supo llenar el recinto de magia y de colores, gracias a los sonidos contagiosos de los tambores.
Este grupo tiene más de 20 años promoviendo el Gagá, ritmo musical tradicional que practican en ceremonias y bailes durante la Semana Santa.
Según el director del grupo, Ramón Britis Laureano, tocar y bailar Gagá es una corriente espiritual que debe sentirse en el pecho de quienes lo ejecutan para poder desarrollarlo, disfrutado y explicado desde los auténticos ámbitos de sus orígenes.
“La magia del gagá se manifiesta a medida que las personas se dejan contagiar por la melodía que se crea con los diferentes instrumentos, se debe sentir desde adentro para vivir la riqueza del baile”.
También expuso que tomó esa rama cultural para echar un pleito en contra del prejuicio étnico y cultural que existe en este país, así como del poco conocimiento que se tiene sobre la descendencia africana, así como la falta de identidad para con ella.
“He visto poca educación, el sistema educativo nacional nos ha fallado a todos. Necesitamos una inclusión en los pupitres escolares sobre nuestra cultura, que nuestros niños y jóvenes conozcan de dónde procedemos, qué es el Gagá y cuál es la esencia que abarca a lo que nosotros llamamos Dios”.
Britis Laureano, quien es fabricante de tambores, además de ser conocedor filosófico y religioso de la tradición, es la persona que se mueve a través de los grupos del Gagá. Entre sus múltiples funciones, imparte conferencias no solamente de la tradición sino de los peligros que enfrenta la sociedad moderna y la juventud con la “falta de identidad cultural”.
El músico, artista visual y encargado del Departamento de Patrimonio Cultural y Material, Geo Ripley, indicó que existe en el país la “Asociación de Dueños de Gagá”, la cual abarca 71 grupos en toda la geografía nacional. En los Estados Unidos se encuentran 3 tres grupos ubicados exactamente en la Ciudad de Nueva York.
Asimismo, dijo que se ha logrado una importante cobertura de protección con la Policía Nacional durante las celebraciones de la Semana Mayor para que los portadores de la tradición del Gagá puedan realizar los actos en esa efeméride sin percances y lograr así que la tradición siga creciendo y se enraíce más dentro de la sociedad.
Más sobre el Gagá Según los estudios de June C. Rosenberg, los Gagá son grupos que deambulan en temporada de cuaresma, mayormente los sábados, recorriendo los campos y comunidades. Se asientan en los bateyes, ya que se conforman por dominicanos descendientes de otras naciones caribeñas y “dominicanos de nacimiento y origen” que hayan tenido contacto con el complejo azucarero.
Sus instrumentos musicales son únicos. Y la originalidad de estos es tanta que las personas conocedoras de esta cultura pueden distinguir el sonido de otros en apariencia similares. Dentro de esos instrumentos principales se encuentran la tambora, los palos, trompeta o cornetín, maracas bambúes, tatúa o tatú, entre otros.