Enfoque
Nicaragua y el mundo de los espejos
Ante el asombro del mundo, Daniel Ortega y Rosario Murillo han perpetrado el definitivo asalto a las instituciones de Nicaragua en una acción que llena de horror a las generaciones que crecieron viendo a la revolución sandinista como una epopeya singular que buscaba desterrar una dictadura sangrienta y mejorar las condiciones de vida de ese valeroso pueblo.
Como adolescentes dimos seguimiento al relato de la última revolución triunfante de América, en las crónicas de las agencias de prensa que recogían los diarios nacionales y en las de los corresponsales de guerra dominicanos, José Bujosa Mieses y Moisés Blanco Genao, a través de Radio Mil y de Noticiario Popular, las hazañas del comandante Cero y de los líderes sandinistas quedarían impregnadas en la memoria de la juventud de esa época como testimonio de una lucha heroica por la libertad del pueblo nicaragüense.
En el Libro de Los Seres Imaginarios, Jorge Luis Borges y Margarita Guerrero relatan con deleite la colección impresionante de seres y leyendas imaginarias de diferentes culturas, en el capítulo: Animales de los Espejos, hacen referencia a las investigaciones del Padre Zallinger, de la compañía de Jesús sobre el mito del pez, continuada un siglo después por Herbert Allen Giles, en la que se lee; “Una noche, la gente del espejo invadió la Tierra. Su fuerza era grande, pero al cabo de sangrientas batallas las artes mágicas del Emperador Amarillo prevalecieron. Éste rechazó a los invasores, los encarceló en los espejos y les impuso la tarea de repetir, como en una especie de sueño, todos los actos de los hombres”.
Ese y no otro, parece ser el mito que prevalece en la esencia de los procesos revolucionarios que alrededor del mundo y en particular en América terminan repitiendo los vicios y horrores por los que surgieron sus luchas.
Cualquiera que haya visto los acontecimientos recientes de Nicaragua no tiene mas que recordar las acciones de Somoza, la represión brutal de esa dictadura, el encarcelamiento de sus principales opositores, la agresión constante a la prensa de entonces y el asesinato del periodista Pedro Joaquín Chamorro.
Nadie se hubiera imaginado entonces, que esa revolución se negaría a sí misma con las acciones que hoy propician Daniel Ortega y Rosario Murillo, con una clara demostración del absolutismo que profesan, desde que decidieron manejar a Nicaragua como su casa, en la que gobiernan los dos.
Las elecciones de este domingo se llevaron a cabo con 7 candidatos presidenciales presos, con argumentos más dignos de una novela de Kafka que del mundo moderno en que vivimos, ante el asombro de todos.
Hace bien el gobierno dominicano en distanciarse de ese proceso y por lo tanto del gobierno ilegítimo de los Ortega, Murillo, el mundo debe rechazar la caricatura de democracia que se ha escenificado el domingo, para forzar a ese gobierno que ya no debería llamarse sandinista, a retomar el camino de la democracia y propiciar un proceso electoral limpio en el que todos sabemos que no resultarán ganadores.
Nicaragua merece vivir en una verdadera democracia, ya mucha sangre y dolor le ha costado.