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Boca Chica es un paraíso

Ramón Bolívar / Castillo SánchezSanto Domingo, RD

Según lo denunciado recientemente por el señor Gilberto Reynoso, Director Ejecutivo del Gabinete del Agua del Gobierno Dominicano, la emblemática y mundialmente conocida playa Boca Chica, hoy es una enorme y peligrosa laguna de aguas negras, en capacidad de generar mortíferas y variadas epidemias.

Quien suscribe considera que esa temeraria denuncia, dado el impacto nacional e internacional que podría producir, no debe ser ignorada por el Señor Presidente de la República. Debe ser investigada profundamente y, de ser cierta y bien fundada, obliga a tomar decisiones urgentes y heroicas, pero, si son falsas, sus autores merecen recibir el más severo de los castigos que prevén las leyes que protegen los Intereses Fundamentales de la Nación.

En cualquier país un cuerpo de agua con esas características denunciadas, lejos de utilizarse como balneario y polo turístico, sería declarado oficialmente como zona de desastre y cerrado militarmente al acceso del público. Afortunadamente la denuncia es falsa y se apoya en datos falsos, medias verdades y razonamientos erróneos.

¿Cuál es la realidad? 1ro. El balneario de Boca Chica no es una laguna, sino una playa del Mar Caribe, bien soleada, bien aireada, que goza de la protección de un formidable rompeolas natural y de la acción purificadora y refrescante de un cristalino río subterráneo que surge de su piso como manantial: el Río Brujuelas.

2do. No es un receptáculo de aguas negras, dado que: a) Las aguas negras del poblado Boca Chica son recolectadas por un sistema de alcantarillado sanitario, tratadas en una planta de tratamiento y depositadas en el Mar Caribe, a 5 kilómetros de la playa.

b) Las aguas negras de San Pedro, Consuelo, Pedro Santana, Hato Mayor, Guayacanes y Juan Dolio, son, una parte, recolectadas, tratadas y depositadas en el Mar Caribe a varios kilómetros de Boca Chica y otra parte es filtrada al subsuelo, donde es digerida por las aguas subterráneas.

3ro. El arrecife coralino que menciona la denuncia no es pernicioso muro de contención que confina una laguna pestilente, sino un beneficioso rompeolas natural que muchas playas del mundo deben envidiar.

4to. La corriente marina que según la denuncia descarga sedimentos contaminantes en Boca Chica, en realidad recorre todo el litoral Sur de la isla, pero lo hace a unas cuantas millas de la costa, sin provocar inconveniente alguno en ninguna de sus playas, desde Punta Cana hasta Barahona.

Ahora bien, ciertamente, existen problemas sanitarios en Boca Chica, pero no con las características, ni en las magnitudes denunciadas.

¿Qué aldea, pueblo o ciudad de este mundo está libre de ellos? ¿En qué cuerpo de agua superficial de este planeta no existe algún nivel de contaminación? Sin embargo, hay que admitirlo, esta playa está perdiendo sus atractivos encantos, pero esto es debido, más bien, a un creciente proceso de arrabalización que genera cierto grado de contaminación ambiental social, pero estos males pueden ser controlados mediante el ejercicio de una rigurosa y recta autoridad que haga cumplir las leyes y disposiciones de gobernanza.

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