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Enfoque: Cultura

La histórica tertulia del presidente con escritores en el Palacio Nacional

Ángel Lockward, el presidente Luis Abinador y Avelino Stanley. ARCHIVO

Ángel Lockward, el presidente Luis Abinador y Avelino Stanley. ARCHIVO

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Ángel LockwardSanto Domingo, RD

El Presidente de la República llego sonriente y fresco como una lechuga; eran poco menos de las cinco de la tarde en el Sa­lón de la Cariátides, un lu­gar lleno de historias y se­cretos ¡Ay, si esas estatuas hablara

Dio la vuelta al rectán­gulo en que, antes de su entrada estaban sentados los escritores y fue salu­dándolos uno a uno… ra­ro, sabía el nombre de casi todos. A algunos los cono­cía de la peña de su padre, Rafael Abinader.

En ejercicio de “humil­dad”, al iniciar sus pala­bras declaró sentirse a gus­to…

pero un poco a menos en relación con la cantidad de libros leídos o escritos por los presentes la mayoría premios nacionales de lite­ratura y premios anuales de casi todos los géneros, pues el que menos publicaciones tiene, lleva más de cinco.

En un viaje, informó el presidente, don Frank Co­marazamy me recomendó leer biografías pues, ayudan con la historia y las ideas que han cambiado el mun­do y, eso, esencialmente he hecho, junto con los libros obvios de mi carrera, eco­nomía.

Cumplido el introito del anfitrión expliqué la natu­raleza del grupo que ya al­canza, contados por las actividades en que han par­ticipado, más de 50 escrito­res activos desde el 23 de abril pasado; su coopera­ción con el MINERD acer­cando y actualizando a los profesores de español y de literatura, sin inversión del Estado, es por mucho ma­yor que todas las activida­des del Ministerio de Cultu­ra en el último año: y, gratis.

Fue informado de la po­sibilidad de las bibliotecas virtuales, herramienta de igualdad, educación y cul­tura inimaginable antes de la Pandemia; una ha sido anunciada por el MINERD, aunque no arranca, otra debería ser iniciada por la Biblioteca Nacional, para investigadores y, se le pre­sentó una iniciativa privada ya en desarrollo.

Para fomentar la lectura y, en particular, para promo­ver a los escritores naciona­les, acogió la propuesta de hacer ediciones virtuales que entidades del Estado, como Minerd y Banco de Reservas, pueden obsequiar gratis a sus relacionados a un costo de RD$ 34.00 por familia, es decir que con una inversión en derechos por RD$ 100 mil pesos un libro puede llegar a 3.5 mi­llones de personas… sin costo.

Abinader fue más lejos y esbozó los planes que ya ha discutido e instruido a la nueva Ministra de Cultu­ra, Milagros German, con quien prometió un encuen­tro a los escritores para lle­var la cultura a los pueblos y afianzar la Feria Internacio­nal del Libro, que hace unos nueve años, colapsó.

Preocupado con que no se pierda el inventario bi­bliográfico cultural acu­nado por grandes domi­nicanos que han fallecido –y otros en horas extras– cuyas bibliotecas particu­lares están siendo com­pradas por universidades extranjeras, autorizó a Ra­fael Peralta Romero, com­prarlas con fondos de la Presidencia.

Se interesó, no sólo por la Feria Internacional del Li­bro a celebrarse el próximo año, sino en particular por la participación de los es­critores nacionales en ferias de otros países, como la de Guadalajara, la mayor de habla hispana, a los fines de promover las letras nacio­nales en el exterior.

Alguien dijo que se trata­ba de un encuentro históri­co… quizás, sin exagerar, lo fue, pues en un país que ha tenido al frente del Estado a sátrapas -algunos ignoran­tes-, presidentes sin interés por la cultura y algunos “su­percultos” contemporáneos como Balaguer o Bosch, que tampoco se llevaban bien con los escritores por razones políticas, esta es la primera vez que el Jefe del Estado se sienta con un gru­po así a oírlos y, a acoger ca­si todos sus planteamientos.

Abinader es sobre todo práctico, cada propuesta la traduce a costo y así lo dijo, para concluir que todas las propuestas oídas, eran obje­tivas y financiables.

Cerró dando las gracias, el poeta José Mármol en el desarrollo; sólo Federi­co Henríquez Gratereaux, entretenido con Antoliano Peralta, no hizo uso de la palabra, empero, León Da­vid, Basilio Belliard, Emi­lia Pereyra, Diógenes Cés­pedes, Avelino Stanley, Virgilio López Azuan, Nam Chevalier, Frank Núñez, Rafael Peralta Romero, Ibeth Guzmán y Pedro An­tonio Valdez, entre otros presentaron propuestas interesantes a los ojos del Presidente… quien, antes de la foto oficial de la visi­ta, prometió un segundo encuentro.

Miguel Franjul se excusó por el fallecimiento, una ho­ra antes, del padre del ami­go de todos, Fabio Cabral.

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