Así fue el primer sábado con el más reciente toque de queda en el Gran Santo Domingo
La gente disfrutó en las afueras de sus casas luego de que se iniciará el sábado el toque de queda a las 3:00 de la tarde.
Fue una tarde de lluvia con un libre tránsito hasta las 6:00. Y aunque los negocios formales estaban cerrados por disposición del Gobierno, los frentes de las casas sirvieron de recreación hasta para tomarse "un trago".
La restricción de venta y consumo de bebidas alcohólicas en lugares públicos no fue impedimento para que en las esquinas de los barrios se reunieran de cinco a ocho vecinos a jugar dominó y tomar cervezas.
El artículo 8 del decreto 349-21 que dispone las nuevas restricciones en vigencia desde el pasado miércoles, prohíbe el expendio de bebidas alcohólicas para ser consumidas en espacios públicos y privados de uso público desde las 3:00 de la tarde, así como el consumo mismo de estos productos en dichos lugares.
Sin temor a multas o represalias, hombres y mujeres de todas las edades se reunían en aceras de sectores como Villa Francisca, Pantoja y Capotillo, entre otros, con botellas y vasos del alcohol en mano y algunos de los ya usados eran colocados cuidadosamente al lado de las sillas.
A la misma vez, jóvenes y niños aprovechaban la reducción del tránsito para jugar basketball en las calles y béisbol en las aceras.
Fueron muchos los negocios ubicados en avenidas comerciales que antes de las 3:00 de la tarde, cuando iniciaba el toque de queda, ya mostraban sus mercancías recogidas y las puertas cerradas.
Al pasar las horas y adentrarse a calles más estrechas y vías secundarias de urbanizaciones, se observaban colmados semi abiertos que pasaban mercancías a sus clientes por pequeños orificios o ventanas.
Aunque no se observara que pasaran bebidas o productos como en los casos anteriores, también bares se vieron a medio abrir.
Son otros los grupos de amigos y familias que, como costumbre, se sientan en las aceras a ver la tarde pasar y conversar. No solo dominó se jugaba como pasatiempo, sino también barajas.
Una hora después de que iniciara el toque de queda de este sábado, en la avenida 27 de Febrero, el elevado de esa transitada vía resguardaba de la posible lluvia a una larga fila de personas que esperaban a una de las pocas guaguas que transitaban hacia el Morgan.
Mientras las casas comerciales de la Avenida Duarte estaban desoladas, las calles aledañas a esa vena comercial del Gran Santo Domingo tenían las ventas de vegetales y frutas en su buena. Los que apenas salían de trabajar aprovecharon los camioncitos vendedores de víveres para suplirse.
El comercio informal parece estar exento de las medidas, salones de belleza en salas de casas, barberías en galerías, vendedores ambulantes, los coqueros, fruteros y vendedores de víveres continuaban sus negocios por Villa Consuelo, Guachupita y Los Guandules, sin importar que una hora y media antes iniciara el toque de queda.
Con el nuevo horario, los sábados y domingos son días más cortos, por lo que desde tempranas horas las trabajadoras sexuales, que recientemente conmemoraron su día, ofrecían sus servicios en Villas Agrícolas.
En las zonas más céntricas había un llamativo flujo de vehículos en los Drive Thru de las farmacias, mientras que los únicos clientes de los centros de comida rápida eran los deliveries que pasaban a recoger órdenes.
Faltando una hora para que culmine el libre tránsito, las calles de la ciudad capital se mostraban casi vacías.
En recorridos anteriores, en pleno toque de queda se han observado la Plaza Güibia, la Plaza Juan Barón y el Parque Eugenio María de Hostos con personas, pero hoy estaban desolados, hasta los perros parecieron respetar la restricción porque ni siquiera uno de ellos o algún gato se avistó por la zona.
A las 5:20 de la tarde, una breve llovizna obligó que un grupo de hombres en la Calle Padre Billini se resguardaran en la sala de la vivienda frente a la cual jugaban, a terminar la mano de dominó en la que estaban. Así mismo, la vida bohemia que ilumina la Ciudad Colonial ya se había resguardado en casa.
En la transitada Calle El Conde caminaban unos pocos turistas de regreso a sus hoteles y ciudadanos de vuelta a sus hogares, esperando que la lluvia les permitiera llegar en los minutos que restaban.
Junto al cercano fin del libre tránsito se presentaban imprudencias, irrespeto a semáforos o señales de tránsito y la conducción a altas velocidades por poco y provocan uno que otro accidente.
El primer y único sábado que, por ahora, contempla el decreto realizado el pasado 31 de mayo, es una muestra del deseo de la ciudadanía de regresar a la normalidad en que se vivía antes de la pandemia por Covid-19 que impacta el país desde marzo de 2020.