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Análisis

La izquierda también tuvo sus paredones

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Manuel FigueroaSanto Domingo, RD

El fracaso de los partidos dominicanos de i zquierda inició como una paradoja, al finalizar la Revolución de Abril de 1965. Sus principales líderes abrazaron como dogma las diferentes doctrinas de la ideología marxista y cualquier disidencia, traición o desviación de su pensamiento político era castigado hasta con la muerte.

A la vanguardia de las organizaciones comunistas se ubicaron primero el Movimiento Popular Dominicano (MPD), Movimiento Revolucionario 14 de Junio (1J4) y Partido Socialista Popular (PSP), transformado en Partido Comunista Dominicano (PCD), quienes no lograron descifrar la realidad del país ni articular una unidad de acción.

Sus dirigentes cayeron en una lucha fratricida en pos de la guerra popular prolongada para la toma del poder, en la que cayeron miles de jóvenes abrazados a las banderas pro soviética, pro china, pro castrista o pro camilista, en medio de la guerra fría.

La lucha del MPD, 1J4, PCD y los partidos descendientes se fue así debilitando con el tiempo, mientras se esfumaba la posibilidad de artícular una organización comunista poderosa. En cambio facilitaron la cacería contra los dirigentes izquierdistas, muchos de ellos actuando desde la clandestinidad.

Contrario a lo que podría pensarse, la embestida contra la izquierda no solo fue desatada por el gobierno de los 12 años del presidente Joaquín Balaguer (1966-1978) y la actuaciónde agentes de inteligencia y contrainteligencia al servicio del “imperialismo yanqui”, sino que también los propios partidos se enfrascaron en acciones violentas que contribuyeron a desgarrar sus estructuras.

Crímenes y secuestros Cuando las denuncias sobre infiltraciones y traiciones en las filas del movimiento llegaron a su clímax de excitación, ocurrió un resonante crimen contra Caonabo Elpidio Jorge Tavárez (Juanito- El Lagarto), tenido en el MPD como máximo dirigente de la corriente interna Voz Proletaria, junto a Rubirosa Fermín, que luego se convertiría en un pequeño partido en 1968. Juanito se había adiestrado en Cuba en guerra de guerrilla y viajado desde La Habana a China en 1967 de manera inconsulta con la dirección del MPD. Tras una larga cadena de hechos fue señalado como un agente infiltrado (espía) de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés).

Según reseña de Alejandro Paulino Ramos en “Crónica de los doce años de Balaguer”, a Juanito lo secuestraron sus propios compañeros y lo fusilaron en 1969 en una finca de la región Este. Se rumoró que el pelotón lo encabezó Rubirosa Fermín. En marzo de 1970 Balaguer tenía montada su primera reelección. El país se estremeció con el secuestro del coronel Donald Crowley, agregado militar de la embajada norteamericana. Un grupo armado del MPD, el “Comando Unificado de Rescate”, se atribuyó el hecho y exigió la libertad de 21 presos políticos, incluyendo a su líder Maximiliano Gómez (El Moreno). Después de intrincadas negociaciones Crowley fue liberado y se produjo el canje de los prisioneros. El año anterior ya el régimen había desaparecido a Henry Segarra Santos en Dajabón A poco tiempo del secuestro comenzó el asesinato de dirigentes claves en la cúpula del MPD. Por ejemplo, Otto Morales fue acribillado con ráfagas de ametralladoras, a los dos meses del secuestro, y Amín Abel Hasbún caía con un tiro en la nuca, a los cuatro meses.

También a los trece meses murió El Moreno, en Bruselas, Bélgica, donde estaba exiliado. Todavía se debate hoy si su muerte fue obra de la CIA, ya que se ha vinculado con el secuestro y asesinato meses después de Miriam Pinedo, viuda de Otto Morales, ejecutada por un comando emepedeísta que la acusó del hecho, según plantea la novela histórica “Morir en Bruselas”, de Pablo Gómez Borbón.

Otro secuestro El 27 de septiembre de 1972 repercutió otro secuestro. Bárbara Hutchinson, agregada de prensa y cultural de la embajada de Estados Unidos. Hutchinson fue introducida a empellones hasta el consulado de Venezuela en la avenida Bolívar. Los secuestradores al mando de Radhamés Méndez Vargas, del Movimiento de Liberación 12 de Enero, exigieron la libertad de 13 pesos políticos, incluyendo a Plinio Matos Moquete. Tras trece días de agónicas negociaciones los secuestradores se transaron por garantía de su salida al exilio.

Crítica y violencia Para entonces los avances alcanzados por el MPD en la lucha popular, sus aportes y sacrificios contra el sistema y la represión política, se veían eclipsados a cada paso por los conflictos internos, sin acertar el uso que darían a las armas retenidas en Abril. La izquierda permitió los tribunales revolucionarios y la “Guardia Roja”, que perseguían por igual a los que consideraban traidores pequeños burgueses dentro y fuera del partido.

Paralelamente el MPD siguió aportando un rosario de dirigentes asesinados y cientos de jóvenes militantes y simpatizantes en diferentes poblaciones, También encarcelados y torturados, como establece el libro “Síntesis de la historia del MPD.

Para que se tenga una idea de las contradicciones internas por las que atravesaba la izquierda para la época. Se afirma que el propio fundador del MPD en 1956 en Cuba, Máximo López Molina, fue asediado por miembros de la “Guardia Roja”, llegando a constituir el Partido Comunista Ortodoxo el 12 de septiembre de 1966 .

Contradicciones En ese mismo año además se libraron profundas contradicciones entre Maximiliano Gómez y Luis –Pin-Montás, por el método de lucha que aplicarían para lograr el triunfo del pueblo.

A la postre Pin Montás abandonó la organización y fundó el Partido Comunista de la República Dominicana (Pacoredo), que adoptó los principios de Mao Tse Tung y se convirtió en un aguerrido persecutor de los emepedeístas y los “revisionistas pro soviéticos”.

De ahí en adelante los fraccionamientos se sucedieron sin cesar. El propio Pacoredo se dividió de inmediato surgiendo Unión Proletaria, de breve existencia. Al malestar que se respiraba en el MPD se agregarían los celos provocados por la avalancha de dirigentes catorcistas que ingresó a sus filas. O sea, que el Movimiento Revolucionario 14 de Junio, inspirado por los expedicionarios de1959 y la gesta guerrillera de Manolo Tavárez Justo, en diciembre de 1963, también atravesaba por una crisis internaque estalló en su máxima expresión cuando a finales de 1966 renunciaron, para ingresar al MPD, los jóvenes dirigentes Rafael –Fafa- Taveras, Moisés Blanco Genao, Amín Abel Hasbún y Guido Gil, entre muchos otros.

Del fraccionamiento también surgiría el partido Línea Roja del 14 de Junio. Otro grupo de discreta participación fue los Comités de Restencia Camilo Torres (Corecato).

En medio de la dispersión y la represión imperantes, el MPD defendió la guerra popular prolongada para convertir a República Dominicana en el Viet Nam del Caribe. Pero también la izquierda abrazó la guerra de guerrilla al estilo Cuba y una infinidad de tácticas que fracasaron.

Fracaso y frustración Las población nunca descifró la desconexión e inmovilidad de la izquierda revolucionaria, cuando el 12 de enero de 1972 cayeron abatidos en combate Amaury Germán Aristy, Virgilio Perdomo Pérez, Ulises Cerón Polanco y Bienvenido Leal Prandy (La Chuta), del Comando de la Resistencia.

Mucho menos la pasmosa apatía cuando se produjo el 2 de febrero de 1973 el desembarco guerrillero de Playa Caracoles, encabezado por el Coronel de Abril, Francisco Alberto Caamaño, con quien habían escrito una página gloriosa de la historia del país ocho años antes.

Todos esos fenómenos se agolparon para ir extinguiendo la izquierda de República Dominicana hasta su virtual desaparición, pese a los reductos que aún se resisten a “entregar las armas al enemigo”.

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