La libertad de prensa marca las distancias con las sociedades
El encuentro, que tuvo lugar en el marco de la conmemoración del 125 aniversario de la Asociación, fue moderado por la periodista y vicepresidenta de la APM, María Rey.
El primero en exponer fue el filósofo Fernando Savater quien se refirió al significa de libertad de expresión en el mundo de hoy y por qué no toda expresión debe ser protegida. Para Savater, “hay unas expresiones asertivas o enunciativas, que describen el mundo” y que ahí “la libertad de expresión debe funcionar”, pero luego están las performativas, “que no describen algo, sino que pueden provocar acciones buenas o malas”, según su contexto. En el caso de estas últimas, no cabe el refugio en la libertad de expresión puesto que pueden conllevar ciertos peligros.
Por su parte, Vargas Llosa puso en valor la vinculación entre la libertad de expresión y la democracia. Para el periodista y escritor, “existe la libertad de expresión porque existe la democracia”. El hecho de que sea posible poder expresar distintos puntos de vista o distintas verdades “a diferencia de la verdad oficial es un elemento democrático que ha hecho progresar a las sociedades y marca una distancia con las sociedades autoritarias o totalitarias donde la libertad de prensa no existe y donde los periódicos son voceros del Gobierno”.
En la actualidad, alertó Vargas Llosa, “la libertad de expresión está muy limitada en razón de las redes sociales y de la tecnología”. El novelista habló sobre el uso nocivo de las redes sociales, donde a menudo se orquestan campañas de desinformación que responden a unos intereses y provocan “cierta confusión” en los ciudadanos.
Detrás de estas acciones, advirtió Vargas Llosa, en ocasiones se encuentran países que tratan de “desestabilizar otras naciones” o de “distorsionar las decisiones de determinados ciudadanos”. A veces, resaltó, el uso de la tecnología “está siendo utilizada de una manera perversa y maligna por potencias autoritarias o totalitarias”.
Sobre el poder de los gigantes tecnológicos también puso el foco Félix de Azúa, quien los situó como el nuevo peligro para la libertad de expresión: “Hay algunos ataques que ya no vienen de instituciones políticas o religiosas, sino de un poder nuevo y sumamente peligroso”. Para De Azúa, “los actuales enemigos de la libertad de expresión son mucho más poderosos que los dictadores clásicos” y ve urgente “comenzar a combatirlos”. Para ello, considera fundamental un consenso global de los Estados.
Educación contra la desinformación Partidario de evitar los abusos de las grandes tecnológicas también se mostró Fernando Savater y señaló la necesidad de que exista una legislación al respecto. También habló de deontología y de la importancia de la educación. Para Savater, es fundamental “educar [a los más pequeños] en el manejo de los medios de comunicación”. El filósofo y escritor apuesta por la educación para protegernos de la desinformación y cree necesario “aprender a cotejar las informaciones en los distintos medios, a leer entre líneas y tener unos criterios”. “No siempre es fácil saber lo que es verdad y lo que es falso, pero podemos tener una idea de dónde suele haber más verdades y esto se consigue por medio de la educación o de una experiencia crítica”, concluyó.