Enfoque
Por qué cada semana varían los precios de los combustibles
La pregunta del millón:
¿Por qué cada semana varían los precios de los combustibles?
Tres semanas consecutivas de respiro económico ha dado el Gobierno dominicano a los consumidores de combustibles. Ha asumido un subsidio de 372 millones de pesos para economizarle las alzas.
Pero, ¿Hasta cuándo podrá mantenerse esa especie de paternalismo estatal en una realidad que implica mantener los precios de la semana anterior cuando deben subir y, por igual, cuando deben bajar, para compensar la aportación?
El consumidor final, como se le llama al que carga con las variaciones de precios a consecuencia de los impuestos aplicados a los costos operativos de los combustibles, tiene que saber que este rejuego es coyuntural y que implica un alto sacrificio fiscal.
Esta “salida maestra” para calmar el miedo escénico que regularmente provoca a la gente el percatarse, un fin de semana, de que tiene que echar combustible justo cuando se han producido aumentos, tiene sus efectos.
Los momentos de tensión que se viven cada semana cuando se anuncian los precios de los combustibles también trasciende en los sectores productivos, cuando se publica la esperada lista de precios de los combustibles.
La preferencia “Paños tibios” se llama la opción que prefiere la mayoría de gente cuando les van a dar las noticias. ¡Cualquier noticia!. Generalmente quiere la dosificación de lo que va a causar un impacto en su vida.
El mejor ejemplo: Si alguien ya ha muerto se suele decir a quien le va a doler mucho la noticia: “Ven, que la persona tuvo un accidente, o está interna, o está muy mal”. Y cuando llega… la cruda realidad le golpea. Pero no tanto como se creía, pues la intuición lo fue preparando.
Algo similar podría ocurrir con las fluctuaciones de precios de los carburantes subsidiados en este momento de pandemia por el Gobierno, a través del Ministerio de Industria, Comercio y Pymes.
Cuando a la intuición se le prenda el bombillito del cálculo matemático y se dé cuenta de que “el orden de los factores no altera el producto”, como dijo el filósofo griego Pitágoras, quien desordenando los números creó una armonía sin igual en la música, la preferencia por la dosificación sería otra.
La cruda realidad Hay una realidad puntual. Los precios de los combustibles se establecen en base al mercado internacional, básicamente el de los Estados Unidos, que es el principal socio comercial de combustibles y de todo lo que se compra y se vende en República Dominicana.
Estos precios se fijan en función de las siguientes variables: El que pone los números en el tablero es quien lo produce, quien lo comercializa y quien lo quiere vender fuera de su territorio. Quienes no producen combustibles y lo necesitan tienen que aceptar las reglas de juego del mercado global.
¿Qué pueden hacer los gobiernos para que su economía no se derrumbe cuando las alzas internacionales se disparen de manera inmanejable?
Elaborar un plan de subsidio temporal, crear nuevos impuestos para compensar, establecer políticas antiinflacionarias o preparar a la población para que asuma los cambios de la realidad comercial.
El panorama global del mercado de los combustibles se proyecta en una ascendente escala de crisis para los países que no producen petróleo y tienen que importarlo y comprarlo al precio que manda la ley.
Los efectos inevitables Lo más temible es que llegue un momento en que ya no se pueda conseguir petróleo barato y América Latina sea la región más perjudicada. También podría suceder un desbalance en los precios al punto de hacer que un país pague hasta 200 veces más que otro.
Según la Administración de Información de Energía (Energy Information Administration -EIA), un área del Departamento de Energía de los Estados Unidos, el precio que pagan los consumidores dependerá de los siguientes factores:
Petróleo Crudo, Impuestos Federales / Estatales / Locales, Refinamiento y Marketing / Distribución / Ganancias, según las necesidades y prioridades de los productores y/o comercializadores.
En términos porcentuales ya esto ha significado un aumento de 11.0 % en los precios del petróleo en el mercado internacional. Y a nivel local el gasoil regular subió un 8.8 %, el gasoil un 6.7 %, el GLP no subsidiado un 7.4%, la gasolina regular un 1.9 % y la gasolina premiun un 3.1%.