Leonel estimó pago del peaje sombra sería una imposibilidad
En noviembre de 2008 el expresidente Leonel Fernández argumentó en un comunicado oficial que el peaje sombra a cargo del Estado dominicano “no sería posible pues se espera un flujo constante de usuarios en la vía”, conforme lo indica el estudio de tráfico” realizado por la firma Louis Berger. Esta aseveración fue articulada por Fernández para motivar la finalización de la autovía de Samaná en una carta escrita por él y dirigida al entonces presidente del Senado. Sin embargo, es obvio que lo que Fernández, en aquel momento, catalogó como una imposibilidad, hoy es una costosa realidad para nuestra sociedad ya que, a la fecha, el Estado ha pagado sobre 500 millones de dólares por concepto del peaje sombra a la concesionaria colombiana Autopista del Nordeste (ADN).
Si bien se podría argumentar, por un lado, que el predicamento actual no es culpa del expresidente Fernández pues él basó su parecer en el estudio de la firma Louis Berger, por otro lado, es preciso ver específicamente qué dice el informe en torno a la viabilidad financiera del proyecto. Adicionalmente habría que evaluar, a la luz de lo que revela el estudio, las políticas que diseñó y ejecutó el presidente Fernández para responder a las recomendaciones que hicieron los técnicos que elaboraron el informe.
Con ese objeto, precisamente, el autor de estas líneas accedió al estudio de marras. A partir de nuestro análisis pudimos validar que, ciertamente, los técnicos de la firma Louis Berger afirman que el tráfico vehicular de la vía generaría suficientes recursos como para cumplir con el ingreso mínimo que el Estado dominicano le garantizó a la concesionaria ADN. Sin embargo, el estudio condiciona dicha rentabilidad al desarrollo turístico de Samaná y al desarrollo industrial de la zona de la autopista cercana a Santo Domingo. Más específicamente, el estudio considera el particular como el elemento “determinante” en lo que respecta a la viabilidad financiera del proyecto.
Tomando eso en consideración, las políticas públicas diseñadas y aplicadas desde el poder ejecutivo en torno a Samaná debieron enfocarse en viabilizar, a como de lugar, el desarrollo turístico de las zonas más estratégicas de la provincia. ¿Qué criterios debieron aplicarse para la determinación de dichas zonas? Entre otras cosas, la facilidad de acceso por aire, mar y tierra; cantidad y calidad de frente de playa; vista al mar; y diversidad ecoturística.
Respecto del acceso, es evidente que las infraestructuras más importantes que tiene Samaná son el Aeropuerto El Catey, la Autopista del Nordeste y el Boulevard Turístico del Atlántico (BTA). La regla de oro en materia de desarrollo es darles prioridad a las áreas de mayor accesibilidad. Eso es, a las zonas más cercanas a las infraestructuras antes mencionadas. Sin embargo, el expresidente Fernández en el año 2011, antes de salir del poder, emitió el decreto 654-11 que declara vía panorámica a todo el sistema de carretera de la Autopista del Nordeste y el BTA. Dicha declaración implica que no se puede construir a 250 metros lineales a ambos lados de estas importantes carreteras.
¿Fomenta esa disposición el desarrollo industrial del área de la carretera cercana a Santo Domingo y el desarrollo turístico de la provincia de Samaná según lo recomendado por el informe? No necesariamente ya que inhabilita porciones significativas de terrenos sumamente estratégicos tanto en el renglón industrial como el turístico. Curiosamente, a lo largo de la Autopista de Nordeste y del BTA se pueden apreciar a simple vista mejoras construidas a mucho menos de 250 metros del mencionado sistema vial, en franca violación del decreto. Ahora, resulta interesante que en lo que atañe al tramo El Catey-Cosón del BTA, Fernández asintiera a la emisión de la resolución No. 06/2011 del DPP del MITUR la cual en su artículo 6, numeral 10 puntualiza lo que sigue:
En el caso específico del BTA, en el tramo comprendido desde El Catey hasta Cosón, se ordena respetar el decreto 654-11 que lo declara como vía panorámica. Por tanto, no puede construirse en 250 metros lineales a ambos márgenes de la vía.
Esa restricción constituye una acción burocrática contraproducente, draconiana y arbitraria ya que el decreto 654-11 declara vía panorámica no solo al mencionado tramo del BTA, sino que abarca, como ya mencionamos, a toda la autovía Santo Domingo – Samaná comenzando en la intersección de esta con la Autopista Las Américas en Santo Domingo y terminando en el cruce El Limón en Samaná.
Para entender el gran escollo que constituye esto para el desarrollo de Samaná es preciso tomar en consideración lo siguiente:
1. Que el tramo de carretera El Catey – Cosón a lo largo del BTA comprende un total de 14 kilómetros;
2. Que estos terrenos están a tan solo 5 minutos del Aeropuerto Internacional El Catey y a una hora y media de Santo Domingo;
3. Que para sacar el área total aproximada de la cantidad de propiedad privada que ha sido inhabilitada tendríamos que calcular esos 14 kilómetros por los 500 metros que suma el total del margen de los 250 metros lineales a ambos lados;
4. Que, hecho ese cálculo, la totalidad de terreno inhabilitado para el desarrollo equivale a 7 millones de metros cuadrados; 7 millones de metros cuadrados que, dicho sea de paso, tienen más de 5 kilómetros lineales de frente de playa;
5. Que al día de hoy Samaná cuenta con solo 3,400 habitaciones;
6. Que esa oferta habitacional no ha creado el tráfico necesario para generar el ingreso mínimo que el Estado le garantizó a la concesionaria ADN;
7. Que en los 7 millones de metros cuadrados afectados por el decreto 654-11 en el tramo El Catey-Cosón se podrían construir unas 3,500 habitaciones a razón de 20 habitaciones por hectárea cuadrada en complejos turísticos del alto estándar y de baja densidad, ocupando un promedio de apenas 25% del suelo.
Por tanto, no cabe dudas de que el desarrollo de esta zona es determinante para el real despegue turístico de Samaná y el cese del sangrado del peaje sombra a favor del concesionario.
Dado el hecho de que esta área tiene más de 5 kilómetros de frente de playa y que está ubicada en lo que es, efectivamente, la zona de mayor accesibilidad de la provincia tanto por aire como por tierra, el conjunto de terrenos que comprende el tramo El Catey-Cosón es, si se quiere, el primer dominó en una importante fila de zonas idílicas que Samaná tiene por desarrollar. No obstante, el expresidente Fernández, cuando tenía el poder en sus manos, de un plumazo, con el decreto 654-11 y la resolución 01/2011, artículo 6, numeral 10 del DPP del MITUR, le puso freno a lo que hoy día fuese, sin lugar a dudas, un gran caso de éxito de desarrollo turístico sostenible; de un desarrollo turístico que, según el mismo Fernández puntualizó, pudo haber evitado que el erario pagara cientos de millones por concepto del peaje sombra.
La buena noticia es que esto se puede revertir, no por vía de una demanda a la concesionaria pues ella ha cumplido con lo que en el contrato de concesión está establecido. La eliminación del peaje sombra debe resolverse, en cambio, quitando los escollos burocráticos al desarrollo turístico de la zona. Y eso lo puede quitar el presidente Luis Abinader, así como el expresidente Leonel Fernández los puso. De un plumazo. Con bolígrafo y papel, eso es.