En las elecciones y Navidad se dispararon los contagios
Durante la Navidad se rompieron los distanciamientos.
Las cifras más alarmantes de contagios de Covid-19 en el país se han presentado en julio de 2020 y enero de 2021.
Los casos ascendieron, el 25 de julio a 2,012; pero en enero de 2021 se registraron 2043 el día 3, y 2,106 el día 9.
En ambos meses, dos eventos han precedido los más altos picos de infectados durante la pandemia: las elecciones y las festividades navideñas.
En medio de un incremento sostenido de las hospitalizaciones, defunciones y nuevas infecciones por COVID, el gobierno había concluido a finales de junio con el toque de queda dispuesto entre las medidas para disminuir los contagios de esta virulenta y letal enfermedad.
Una semana más tarde fueron celebradas las elecciones congresuales y presidenciales (5 de julio), caracterizadas por la falta de distanciamiento en varios colegios electorales, incumplimiento de protocolos por parte de los votantes y la celebración de caravanas políticas en días previos a los comicios, que dejaron como ganador a Luis Abinader como presidente de la República.
Más adelante, la ausencia del toque de queda y las imprudencias durante las elecciones se hicieron sentir.
El pasado mes de julio cerró con 37,218 nuevos contagios registrados, para un total de 71,415 casos confirmados; mientras que semana tras semana se sobrepasaban las centenas de muertes yendo desde las 804 hasta las 1,101 defunciones notificadas por Salud Pública.
En la segunda semana de julio, comprendida del 13 al 19 del referido mes, los casos positivos que traía consigo cada día fluctuaban entre 1,100 y 1,400. Pero no fue hasta el 25 de julio que la nación sobrepasó los 2,000 infectados nuevos en tan solo 24 horas, con un porcentaje de positividad en 33.10%.
Se había preparado una reapertura para la economía, por lo que solicitar una extensión del estado de emergencia no era una cuestión “prudente” para quien regía, el expresidente Danilo Medina.
El auge de los contagios fue la voz de alarma que motivó declarar un nuevo estado de emergencia y un octavo toque de queda: del 21 de julio hasta el 9 de agosto, cuyo horario de aplicación fue segmentado dependiendo el lugar geográfico.
A pesar de la decisión, ya era tarde. Las semanas sin restricciones de tránsito y las aglomeraciones de las elecciones empezaron a pasar factura en el mes de agosto, cuando se alcanzaron 497 defunciones.
Tras esa disposición, la tendencia de los casos y positividad presentada diariamente por el Ministerio de Salud en sus boletines epidemiológicos empezó a mostrar gráficas descendentes.
Una situación similar a lo ocurrido entre julio y agosto son los recientes datos de enero. La primera semana cerró con una positividad diaria de 30.47% y 306 camas UCI ocupadas de 510 disponibles, es decir, el 60%.
Estos datos se registran luego de que para las fiestas navideñas, el toque de queda impuesto desde el 2 de diciembre y que expiraría 20 días después, fue modificado antes de tiempo.
El gobierno de Abinader decidió flexibilizar un poco los horarios a fin de que el pueblo dominicano compartiera, “respetando las medidas”, con sus familias y allegados.