La República

Iglesia llama inconscientes a los que no les importa la salud de los demás

La Conferencia del Episcopado Dominicano dio a conocer ayer su Carta Pastoral con motivo del Día de La Altagracia.

En la Carta Pastoral emiti­da ayer por la Conferencia del Episcopado Dominica­no (CED), por la celebra­ción del centenario de co­ronación de la Virgen de la Altagracia, los obispos pi­dieron a la virgen que in­terceda por los enfermos de COVID-19 y hasta por “los inconscientes a quie­nes no les importa ni la sa­lud de los demás, ni el or­den en la sociedad”.

La Carta Pastoral, titu­lada “Nuestra Señora de la Altagracia: un regalo de Dios al pueblo dominica­no”, los obispos hacen re­ferencia a los momentos difíciles que atraviesa el país debido al COVID-19 y acuden a la protección de la Virgen de la Al­tagracia para pedir por quienes sufren y también por las autoridades, res­ponsables de la salud y del orden público.

“Que la Virgen de la Al­tagracia interceda por to­dos los enfermos de CO­VID-19, por los más vulnerables, por los que se sienten deprimidos, por los que han perdido el tra­bajo con el que mantenían su hogar, por los que cada día salen a buscar el sus­tento de su familia, y que también interceda por to­dos los inconscientes a quienes no les importa ni la salud de los demás, ni el orden en la sociedad”, manifiesta la cúpula de la iglesia católica en su car­ta pastoral.

Los prelados invitan al pueblo dominicano a “mantener vivas las actitu­des de atención, servicio y entrega”, a no tener “mie­do al sacrificio”, aprender a desprenderse de “un po­co para ayudar a otros con más necesidades”, y a ser más “bondadosos, aman­tes del bien, solidarios, abo­gados para defender al des­valido y protectores de los más sufridos”.

Conmemoración

La Iglesia católica conme­mora los 100 años de la corona ción canónica de Nuestra Señora de la Al­tagracia, con el estableci­miento del año centenario: del 15 de agosto de 2021 al 15 de agosto de 2022.

En la Carta Pastoral los obispos recuerdan la his­toria de la aparición de la imagen de la Virgen de la Altagracia al explicar que “a través de una jovenci­ta, llamada ‘la Niña’, cen­tró sus aspiraciones no en los adornos que embelle­cen la juventud, sino en el amor y la devoción a la Ma­dre del Cielo, quien en sue­ño se le había dado a cono­cer como la “Altagracia”. La joven estaba segura que su padre, un hacendado espa­ñol, residente en Higüey, se la traería de su viaje a San­to Domingo”.

En el documento el Epis­copado relata los inicios de esta advocación mariana que tenía dos fechas con­memorativas: 15 de agos­to y 21 de enero, la primera en ocasión de la coronación canónica de la Virgen de la Altagracia en 1922, y la segunda, con motivo a la gran fiesta ofrecida por los higüeyanos al volver sanos y salvos de la Batalla de la Limonade. El 21 de enero fue declarado día de fiesta nacional y religiosa en to­do el territorio dominicano bajo el gobierno de Horacio Vásquez, siendo arzobispo Mons. Alejandro Nouel.

Carta Pastoral

Obispos piden a la Virgen hasta por los “inconscientes que no les importa la salud de los demás”

Celebran 100 años de la coronación canónica de la Virgen de la Altagracia

En la Carta Pastoral emi­tida ayer por la Conferencia del Episcopado Dominica­no (CED), por la celebra­ción del centenario de co­ronación de la Virgen de la Altagracia, los obispos pi­dieron a la virgen que in­terceda por los enfermos de COVID-19 y hasta por “los inconscientes a quienes no les importa ni la salud de los demás, ni el orden en la sociedad”.

La Carta Pastoral, titu­lada “Nuestra Señora de la Altagracia: un regalo de Dios al pueblo dominica­no”, los obispos hacen re­ferencia a los momentos di­fíciles que atraviesa el país debido al COVID-19 y acu­den a la protección de la Virgen de la Altagracia pa­ra pedir por quienes sufren y también por las autorida­des, responsables de la sa­lud y del orden público.

“Que la Virgen de la Al­tagracia interceda por to­dos los enfermos de CO­VID-19, por los más vulnerables, por los que se sienten deprimidos, por los que han perdido el tra­bajo con el que mantenían su hogar, por los que cada día salen a buscar el susten­to de su familia, y que tam­bién interceda por todos los inconscientes a quienes no les importa ni la salud de los demás, ni el orden en la sociedad”, manifiesta la cú­pula de la iglesia católica en su carta pastoral.

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