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De 1,728 reclusos infectados por el Covid han fallecido 16

Las autoridades han adoptado un protocolo en cárceles para evitar expansión del virus.

Las autoridades han adoptado un protocolo en cárceles para evitar expansión del virus.

La pandemia de coronavi­rus ha impactado con fuer­za en los 42 recintos carce­larios dominicanos, donde 1,728 privados de libertad han sido infectados, obli­gando a las autoridades de la Procuraduría y Salud Pública a adoptar un pro­tocolo para evitar su pro­pagación.

La medida se cumple con suficiente atención en aquellas cárceles donde impera un alto nivel de ha­cinamiento que hace más propenso al contagio.

La cárceles donde el vi­rus tuvo mayor inciden­cia fue en las pertenecien­tes al sistema tradicional, donde guardan prisión más de 19,000 personas en un total de 19 recintos.

Entre abril y septiem­bre dieron positivo al co­ronavirus 1,255, de los cuales 1,025 habían re­basado la enfermedad, y 230 estaban en recupe­ración. Pero un informe más reciente, del 2 de no­viembre, indica que has­ta esa fecha habían 101 reclusos positivos, ade­más de 3 empleados del área administrativa y 11 de seguridad.

En estos recintos se pro­dujeron 16 fallecimientos a causa del coronavirus.

Reos en aislamiento

Los reos afectados son lle­vados a un centro ubicado en el Batey Bienvenido, de la provincia Santo Domin­go, para fines de aislamien­to y tratamiento para su re­cuperación, principalmente cuando proceden de luga­res donde no hay espacio para tratarlos en el penal.

La situación de las cár­celes durante la pandemia por el coronavirus está con­tenido en sendos informes suministrados por la Direc­ción de Prisiones y del Mo­delo de Gestión Peniten­ciario, a solicitud de Listín Diario, vía la Procuraduría.

El nuevo modelo

En 18 centros de corrección y rehabilitación del nuevo modelo de gestión peniten­ciaria, adquirieron el virus 473, estando activo en 154 y recuperados 319.

En los 23 recintos bajo ese modelo (incluyendo la pre­ventiva de San Luis) no se re­portaron fallecimientos por el covid 19, de acuerdo con las estadísticas suministradas.

En los centros modelos, se encuentran en aislamien­to 704 internos, 506 por­que son de nuevo ingreso al recinto, 154 por contraer el covid 19, 9 por fiebre y 35 por otros problemas de sa­lud no relacionados con el virus. En los centros mode­ los fueron aplicadas 5,491 pruebas para detectar el vi­rus, dando como resultado 5,018 negativa y 473 po­sitivas. Los centros donde más casos positivos han si­do registrados son Nayayo Hombre, en San Cristóbal; Anamuya, de Higüey, Rafey Hombre, de Santiago y el de Dajabón.

Hasta el 12 de octubre, en los centros de corrección y rehabilitación estaban re­cluidas 9,773 personas.

El sistema tradicional

En al menos 13 recintos to­davía hay reclusos que die­ron positivo a la enferme­dad, de acuerdo con un informe hasta el 2 de no­viembre.

Las dos cárceles con más positivos hasta esa fe­cha son la de Montecristi y la de Neyba. Se informó que disponen de pruebas suficientes. En las 19 cár­celes del sistema tradicio­nal guardan prisión 16,552 personas siendo allí donde impera una alta tasa de ha­cinamiento.

Propagación, contagios

El Covid-19 se propaga principalmente a través del contacto cercano de persona a persona, inclu­so entre personas que es­tán físicamente cerca en­tre sí (a menos de 6 pies). Las personas que están infectadas, pero no pre­sentan síntomas, también pueden propagar el virus a otras personas. Se han no­tificado algunos casos de reinfección con Covid, pe­ro son poco frecuentes. Se sigue aprendiendo acerca de la forma en que se pro­paga el virus y la gravedad de esta enfermedad.

DESDE LA ONU

Recomendaciones

La Oficina de las Na­ciones Unidas contra la Droga preparoo un do­cumento en el que ofre­ce recomendaciones pa­ra la prevención y con­trol del Covid- 9 entre los privados de libertad y los que trabajan en los centros peniten­ciarios.

Los reos deben disfrutar de una atención de sa­lud de calidad que sea por lo menos equivalen­te a la disponible en la comunidad, y deben te­ner acceso a los servicios de atención de salud ne­cesarios de forma gra­tuita, sin discriminación por motivos de su condi­ción jurídica.

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