La República

SALUD MENTAL

Consejero para superar la depresión cayó en sus garras

“Estaba en mi mundo de depresión, de muerte”

La posibilidad de verse alejado de su hija Victoria provocó en Andi una profunda depresión que le quitó el apetito y sentirse como en “una locura momentánea”. ISTOCK/

Saber de repen­te que lo aleja­rían de su hi­ja de tres años conmocionó a Andi. Para un hombre que por primera vez valora­ba la vida en familia, una sorpresiva ruptura sen­timental significó en ese momento un drama inma­nejable.

Lo cuenta sin disimular las emociones que afloran en cada gesto o palabra, luego de superar una se­paración que lo llevó a una profunda depresión, apo­yado en los consejos de un entrañable amigo que lue­go terminó sucumbiendo ante el peligroso enemigo del que lo libró con sus pa­labras de aliento y segui­miento constante.

De su primera relación tuvo dos hijos, actualmen­te de siete y catorce años, pero fue tan informal que nunca se involucró en el rol de esposo y padre.

Era un joven que no tu­vo la oportunidad de brin­darles calor de padre a sus hijos, porque la madre desapareció después del primer parto y reapareció cinco años después en su vida por otro tiempo igual de fugaz.

La vida familiar nunca fue tan importante para él hasta que llegó Victoria, la hija ahora con cinco años de edad a la que define co­mo la luz de sus ojos.

Se involucró en todo el proceso de embarazo y parto, tanto así que lleva­ba a su pareja a las citas médicas y solía cantarle a la niña dentro del vientre de su madre.

Su mayor felicidad era llegar del trabajo para ju­gar con su pequeña Victo­ria. “No había algo que yo quisiera más que llegar a la casa para jugar con mi hija, y en ese momento yo sentía que me estaban qui­tando eso, eso fue lo que en verdad me dio duro”, expli­có sobre esa empatía con su hija que parecía quebrarse súbitamente.

“Yo pensaba que éramos felices”, dijo sobre esa rela­ción idílica con su compa­ñera nueve años menor que él, quien le informó a Andi que se mudaría con su ma­dre y se llevaría a su hija Victoria, una tarde cuando él llegó de su trabajo en una empresa del sector público.

Verse inesperadamente sin la mujer que amaba y lejos de la hija que se había convertido en su razón de ser, sumió a Andi en un es­tado catatónico que le qui­tó el apetito y hasta el deseo de tomar agua.

“Me dolió mucho, sen­tía un nudo en la garganta, como si no pudiera respi­rar, yo no quería ni existir”, añadió con la voz entrecor­tada.

Para Andi fue muy cuesta arriba ocultar su condición, ya que compañeros de tra­bajo lo encontraron lloran­do en varias ocasiones de manera desconsolada. “Yo lloraba diario en el trabajo, como un niño, no comía, y perdí muchas libras, lucía desnutrido, y pensaba mu­cho en quitarme la vida”, apunta el editor de vídeo y fotógrafo, quien opera un negocio que ofrece esos ser­vicios en el sector Los Alca­rrizos, luego de perder su empleo por el cambio de gobierno.

Pérdidas sensibles a lo largo de su vida comenza­ron a marcarlo desde tem­prana edad, entre ellas de la persona que lo crió y le brindó amor de padre, de­bido a un cáncer de prósta­ta que le detectaron dema­siado tarde. “Era taxista y dejaba su trabajo para lle­varme a montarme en los caballitos del Malecón por­que a mí me encantaba”, cuenta sobre la relación tan estrecha que tuvo con su se­gundo progenitor.

La gran paradoja

Además del apoyo que en­contró en sus compañeros de trabajo, el principal sos­tén de Andi durante el pun­to más alto de su depre­sión fue su amigo desde la infancia Wilmer Ramírez, candidato a diputado del Partido de la Liberación Do­minicana (PLD) en los pa­sados comicios legislativos.

En los momentos más in­tensos de la depresión de Andi, Wilmer, con quien lle­vaba una relación de her­manos, ya que crecieron juntos, estudiaron en el mismo centro educativo y abrieron negocios, le llama­ba constantemente y tam­bién lo invitaba a su casa para que no pasara mucho tiempo solo. Cuenta que también recibió un valio­so respaldo de la esposa de Wilmer, quien es médico.

Wilmer Ramírez fue el aspirante a diputado del PLD que se suicidó el 9 de junio del presente año, se­gún trascendió, debido a una depresión causada por una bipolaridad, trastorno mental por el cual recibía tratamiento psiquiátrico.

Al momento de su suicidio también salió a relucir que recibía presiones de su parti­do para que retirara su can­didatura a diputado, incluso días antes colgó un mensaje en sus redes sociales para ne­gar una renuncia a sus aspi­raciones porque estaba infec­tado de Covid-19.

“Mira que paradoja, él me aconsejaba a mí que no pen­sara en matarme, cuando caí en depresión él se convirtió en mi psiquiatra de cabece­ra, pero terminó quitándo­se la vida”, cuenta Andi con decepción, porque su amigo era tan reservado que pocas veces mostró que estaba bajo un cuadro depresivo.

Cuatro meses después todavía Andi no supera la muerte en esas circunstan­cias de su amigo, con quien frecuentaba “Karaokes” porque a ambos les gustaba “la chercha” de creerse can­tantes. “Todavía no lo supe­ro, ambos éramos muy uni­dos, y porque 20 minutos antes de que ocurriera el he­cho estábamos juntos y no noté nada extraño en él”, recordó.

“Es una locura momen­tánea, estaba en mi mundo de depresión, de muerte”, exclama cuando se le pide que defina con una palabra o frase lo que significó en su vida la depresión que pro­vocó efectos tan devastado­res en una etapa de su vida. “Es sentirse como un cero a la izquierda, como la nada, sin importar quién te hable, no sientes nada”, añadió.

Reflexión

Exhorta a las personas bajo depresión a evitar afe­rrarse, pero también a bus­carle el lado positivo a las cosas y a entender que todo pasa por alguna razón.

“No aferrarse a las perso­nas que no te dan el mismo valor que tú les das a ellas”, dice Andi sobre la nueva fi­losofía de vida que le ha permitido superar la depre­sión que veía como un ene­migo invencible.

DATOS

Ocho meses

En los primeros ocho meses del presente año República Dominicana ha registrado 366 ca­sos de suicidios, en su mayoría ejecutados por hombres mayores de 18 años, siendo la de­presión la principal cau­sa detectada en más del 47% de los casos.

Edades

El 11 por ciento de los suicidios consuma­dos pertenecen al gru­po de edad de 20 a 24 años, seguido del gru­po de 45 a 49 años con un 10.9%, de acuerdo al informe del Departa­mento Salud Mental de Salud Pública obtenido por Listín Diario.

Frecuente.

La depresión es uno de los trastornos mentales más frecuente y, según la Organización Mun­dial de la Salud (OMS), afecta a cerca de 300 millones de personas en el mundo.

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