Ingreso a la vida en prisión marca destino de menores
El tema de los menores en conflicto con la ley preocupa a la ciudadanía, a la vez un asunto que le pone a pensar qué pasa con estos tras ser privados de libertad y cuáles opciones ofrece el Estado para su reeducación en los centros de atención integral para adolescentes en conflictos con la ley penal.
El país cuenta con siete centros para “reeducar” a los menores de entre 13 a 18 años que están en esta situación, seis de estos son para varones y uno para hembras.
En los siete centros hay 543 internos que cumplen encierro por robo agravado, homicidio, violación sexual, venta y distribución de drogas y riñas, entre otras infracciones.
Entre estos hay condenados y otros que cumplen prisión preventiva, según estadísticas de la Procuraduría General de la República.
Los centros se encuentran en la ciudad del Niño de Manoguayabo, que cuenta con 315 internos, el Instituto Preparatorio de Niñas, en Villa Consuelo, del Distrito Nacional, con 21; Cristo Rey, con 9; Santiago, 51 internos; La Vega, 45; La Romana, 79; y el reformatorio de San Cristóbal, 23 internos.
En todos los centros reportan que la reincidencia y la habitualidad, que es la comisión de otros delitos, están presentes, aunque no a gran escala como percibe a veces la población.
Abogados consultados sostienen que aunque el propósito de estas instituciones es reintegrar a los adolescentes a la sociedad, a través de una atención integral, muchas encuentran dificultades para realizar esta tarea con éxito. Alegan que debido a los apuros económicos y problemas de logística y personal que enfrentan, “hay centros que no tienen vehículos para trasladar a los adolescentes al tribunal y al hospital”.
Sin embargo, señalan que pese a las deficiencias que enfrentan los centros, la reeducación de los menores es posible, estando esta a cargo de un equipo disciplinario compuesto por sicólogos, educadores, trabajadores sociales, médicos, enfermeras y profesores del nivel básico y técnico, y en algunos centros, también por policías. Ciudad del Niño, con capacidad para 336 internos, y Batey Bienvenido para 72 internas, tienen un edificio administrativo educativo con áreas de recepción, enfermería, odontología, psicología, aulas, talleres de informática, alfarería, música, economatos, habitación de observación, comedor, cocina y centro de monitoreo.
HOSPEDAJE Centro de señoritas
Batey Bienvenido funciona como un centro para señoritas, el único de este tipo a escala nacional , esto porque no hay una elevada población de niñas en conflicto con ley.
Por su parte, el Centro de Corrección para Menores de La Romana dispondrá de capacidad para albergar a 144 internos. Los jóvenes estarán hospedados en seis casas, con una ocupación de 24 internos por cada residencia.