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Solidaridad en medio del desastre

Temen brotes de enfermedades en Hato Mayor tras inundaciones provocadas por Isaías

COLCHONES Y ELECTRODOMÉSTICOS EXPUESTOS AL SOL, AJUARES DESTROZADOS Y MUCHA BASURA ES PARTE DEL PANORAMA DESOLADOR QUE HA DEJADO ISAíAS EN LA PROVINCIA

Se teme que los efectos de las inundaciones y el ambiente dejado en viviendas de los barrios más afectados generen en enfermedades./Foto: Florentino Durán.

Se teme que los efectos de las inundaciones y el ambiente dejado en viviendas de los barrios más afectados generen en enfermedades./Foto: Florentino Durán.

Los daños provocados por las inundaciones dejadas por la tormenta Isaías desbordaron cañadas, arroyos y ríos que bordean esta ciudad, no solo han dejado escenas de desolación principalmente en unas 500 familias que lo han visto perder prácticamente todo, sino que ahora se teme un brote de enfermedades en los barrios más afectados por el fenómeno.

Muchos aún secan colchones, ajuares y electrodomésticos para tratar de salvar algo de lo poco que le quedó.

Los barrios más afectados se han convertido en un peregrinar, donde los camiones del Plan Social, Cruz Roja, el Ayuntamiento, entidades y personas solidarias tratan de minimizar el drama que viven los residentes de las zonas afectadas.

Las desoladoras escenas, con ajuares destrozados y mucha basura se observan mayormente en los barrios Guayley y Los Coco, a donde han acudido personas solidarias a llevar raciones de comida, utensilios de primera necesidad y kits de limpieza, entre ellas Pedro Felipe Peguero, que con un caldero de pollo guisado y moro de habichuela negra entrega platos de comida.

El primer día, Peguero, quien el presidente de la Junta de Vecinos Unidos de Villa Ortega, entregó 140 raciones y diariamente entrega unas 60 porciones a los más necesitados.

Sentado a un lado de una de las cañadas que se desbordó, los vecinos acuden cerca de la 1:00 de la tarde a procurar sus raciones. Confió que con aportes del ayuntamiento, amigos y personas solidarias pueda completar la comida para seguir su obra, debido a que la mayoría de las familias damnificadas quedaron sin cocina.

En el área hay camiones oficiales, pero la gente espera que las ayudas lleguen con ajuares y electrodomésticos.

Las inundaciones que generaron los ríos Maguá, Paña Paña y la cañada Los Polanco que bordean sectores como Guayley, arrasaron con casi todas las pertenencias de sus residentes, entre ellos las de Seneida Peguero, en cuya casa solo quedaron escombros .

“Dejen algo aquí, no tenemos nada. La ayuda no nos ha llegado”, se le escuchó decir cuando un grupo de periodistas que cubrían la visita del presidente elector Luis Abinader el pasado domingo pasaba por el lugar. Abinader acudió a la provincia para constatar personalmente los daños causados por el fenómeno e ir en ayuda de los afectados.

Brote de enfermedades

El temor a un incremento considerable en los contagios del Covid-19 y otras enfermedades crece a medida en que se observan montañas de basura, un ambiente fétido, y loma de lodo donde se observa ropas amontonadas y desechos.

Los barrios afectados requieren de un intenso operativo médico, dado que hay muchas personas con problemas de diabetes e hipertensión, a quienes les escasean medicamentos y ahora se le suma la depresión o problemas psicológicos asociados a su triste realidad.

Se observan algunas personas con mascarillas, la mayoría con la raíz descubierta, como si la tragedia le hizo poner a un lado el Covid-19, que también mantiene sus cifras en aumento en esta provincia y su hermana El Seibo que ayer agregó 46 nuevos casos la lista de contagiados.

Los residentes reconocen que ha acudido mucha gente con buenas intenciones, pero debido al poco tiempo que le queda al gobierno, pues el presidente Danilo Medina debe entregar su mandato este 16 de agosto, no hay nada definido.

En el barrio Guayley, Miguel Guerrero se subió a un greader y con su primo ayudaron a más de 100 personas a moverlas a lugares seguros en medio de las inundaciones, la mayoría niños y mujeres, que hoy no lo estuvieran contando, debido a que las aguas llegaron al techo de sus viviendas.

Computadoras, radios, televisores y destartalados equipos se observan en las afueras de muchas viviendas, mientras el camión del ayuntamiento y el alcalde Amado de la Cruz llega diariamente con sacos de raciones, con ´panchos´ o ropas usadas donadas por entidades de otros pueblos y ciudades que se han solidarizado con los hatomayorenses.

El clúster de Hato Mayor, que preside Carmen Ligia Barceló y el electo senador por la provincia, Cristóbal Castillo, han encabezado gestiones al más alto nivel para que el gobierno redoble los esfuerzos y ayude a los damnificados de las inundaciones.

La solidaridad no se ha hecho esperar en los barrios Gualey y Los Cocos. Felipe Peguero, de la Junta de Vecinos la Unión, hacen frente a la dramática situación entregando unas 60 raciones de alimentos diario./Foto: Florentino Durán.

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