Dos periodistas narran sus experiencias en busca de prueba para el Covid-19

Si alcanzar un cupo en cualquiera de los laboratorio certificados para realizar la prueba de COVID-19 es toda una odisea, comunicarse con la línea *462, lo es aún más.

Y es que en medio de las llamadas de amigos y familiares que me sugieren realizarme la prueba para descartar un posible contagio del Coronavirus, a propósito de que la pasada semana tuve en contacto directo con un paciente afectado, consulté un epidemiólogo, quien me hizo la debida recomendación para la prueba.

Luego de obtener la indicación, procedí primero a llamar a la línea *462, pero en la opción para atender los casos de coronavirus el contestador automático señala que el casillero está lleno y no se pueden tomar mensajes, por lo que la llamada se cae.

Luego de más de 20 minutos intentando lograr comunicarme con algún agente de servicio, el intento fracasó, por lo que llamé al laboratorio Amadita y la contestadora automática dice que me había tocado el turno número 65, por lo que debía esperar por lo menos 15 minutos hasta que uno de sus representantes se desocupara.

Vencido el plazo, y varios minutos más tampoco fue posible comunicarme. Decidí, entonces, llamar a Referencia Laboratorio y aquí fue peor la situación, porque su sistema digital la contestadora repite una y otra vez que tienen mucha demanda por el Coronavirus.

Previo a contactarlo, intenté comunicarme con Salud Pública, porque mi hija me comunicó que desde ayer se siente malestar entre las fosas nasales y la garganta, sin otros síntomas, pero eso me asustó.

Ella es alérgica y me hace broncoespasmos, al punto que hay que inyectarle hidrocortisona para liberar sus vías respiratorias, como comprenderán, debo tener todas las precauciones posibles ante esta situación.

¿Sin poder salir de casa, pero sin un sistema que funcione cómo podemos estar a salvo?

Una colega llevaba 11 días esperando para que le practiquen la prueba, pero tuvo suerte, ayer fueron y se la hicieron, pero en ese tiempo puede pasar de todo.

“Mi querida Adriana Pequero, solidarizarme contigo y confiar en Dios que estemos bien. Al igual que tú, tuve un contacto con un positivo al coronavirus, en mi caso el doctor Héctor Balcácer y a raíz de eso preocupado por mi salud y familia decidí hacerme la prueba del COVID-19 en un laboratorio privado, sin lograrlo pues tuve una semana entera intentándolo conseguir una cita para que vinieran a mi casa”, contó Carolina Lorenzo, de Supercanal 33.

Duraba hasta 40 minutos esperado al teléfono, sólo con una música de la contestadora de ambos laboratorios antes mencionados.

“Cuando finalmente logro comunicarme en Amadita hace exactamente 10 días, me anotaron en una lista de la cual repito 10 días, aún espero me llamen”, agregó.

Explicó que en el caso del laboratorio Referencia, finalmente luego de 11 días de espera, ayer viernes logró que fueran a su casa a tomarle la muestra.

“Claro tuve que pagar previamente los 4,300 pesos que cobran para realizar la misma. Esperando en Dios por el bien de mis pequeños salir negativa en las próximas 24 a 48 horas, que es cuando deben dar los resultados”, explicó.

En estos momentos Carolina tiene una leve tos, pero no presenta fiebre ni otros síntomas.

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