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Bomba atómica

74 años después Hiroshima clama por la eliminación de las armas nucleares

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Lilian TejedaHiroshima, Japón

No podía creer que estaba allí, en el primer lugar del mundo en ser atacado por una bomba nuclear. Me causaba escalofríos ver los ríos por los que aquel fatídico día flotaban los cadáveres y se agitaban con desesperación las personas que se habían lanzado a sus aguas para apagarse el fuego.

Caminar por sus calles me producía tristeza y gran admiración a la vez al ver cómo en esa ciudad no queda prácticamente ningún vestigio de la catástrofe que ocurrió hace 74 años.

Más de 140,000 personas murieron de aproximadamente 350,000 que en aquel entonces habitaban la ciudad. Prácticamente la mitad de la gente murió el día del bombardeo, pero cientos fallecieron en los días y años posteriores debido a la radiación.

Muchos de los que lograron sobrevivir murieron a los pocos días por vómitos, diarrea, fiebre, quemaduras u otros padecimientos. Algunos sobrevivientes duraron muchos años, pero con enfermedades y secuelas que los acompañaron de por vida.

El relato de una sobreviviente

Michiko Yamaoka es hija de una sobreviviente y nunca ha podido olvidar el desgarrador relato de su madre, quien tras caer la bomba tuvo que ver escenas horrorosas mientras buscaba desesperadamente a su hermana de unos 13 años.

"La gente lucía como fantasmas, gritaba ¡ayúdame! Se tiraba al agua para escapar del fuego. Los cuerpos flotaban en el río. El fuego continuó hasta la noche. Fue un día horrible", le relataba su mamá, recuerda Michiko.

Son esos tristes recuerdos, que se reflejan claramente en la ropa ensangrentada y desgarrada y en las impactantes fotografías que exhiben en el Museo Conmemorativo de la Paz, los que hacen que Michiko clame porque algo así no vuelva a suceder jamás.

Un anhelo sin cumplir

En el Parque Conmemorativo de la Paz y en el Museo Conmemorativo de Hiroshima cada cosa invita a la reflexión, es inevitable sentirse afligido y así lo reflejaban los rostros de sus visitantes un lluvioso martes de octubre.

En ese lugar cada monumento hace un llamado a que no se produzcan más guerras, a que vivamos en paz, a que no volvamos a cometer un error como ese jamás. Pero todavía el fuego de la paz permanece encendido a la espera de que las armas nucleares desaparezcan del mundo. Sólo si eso sucede se apagará.

Ese sueño de los japoneses aún está lejos de cumplirse porque hoy en día todavía existen unas 14,000 armas nucleares en el mundo, según el secretario general de las Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres.

Este 26 de septiembre se celebra el Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares y Guterres plantea que esta fecha es una ocasión para que la comunidad mundial reafirme su compromiso con el desarme nuclear a nivel mundial como una prioridad.

Curiosidades

El objetivo del ataque era un puente que tiene forma de T que podía visualizarse con claridad desde el avión que lanzó la bomba, la cual explotó antes de tocar tierra unos metros a pocos metros del lugar indicado. Aunque cayó en un hospital y todas las personas que estaban allí murieron se cree que su impacto habría sido mayor si lograba caer en el puente.

Tras la explosión prácticamente no quedaron árboles en la zona. Se decía que durante 75 años nada crecería en la ciudad. Sin embargo, a los pocos meses comenzaron a crecer plantas. Esto dio una señal de esperanza para la gente. A los cuatro o siete años Hiroshima se había recuperado.

En esta tragedia no sólo murieron japoneses, sino también coreanos, chinos e incluso soldados estadounidenses que estaban prisioneros.

Lo que ahora es el Monumento de la Paz, única estructura ubicada cerquita de donde cayó la bomba que no se derrumbó con el impacto, era un edificio de oficinas gubernamentales. Desde 1996 este monumento es Patrimonio de la Humanidad.

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