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Panorama político

Danilo sortea bien desafío a su predominio en el PLD

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Guarionex Rosa | ANALISTA POLÍTICOSanto Domingo, RD

Con su silencio, que se diría vale más que mil palabras, el presidente Medina encara lo que parece ser el capítulo final de la disidencia dentro del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que busca desbancarlo del poder para beneficio del doctor Leonel Fernández.

Agarrado de su parsimonia, Medina no despidió al ministro de Economía José Isidoro Santana cuando se pronunció contra su posible candidatura para las elecciones del 2020, ni tampoco al ministro sin Cartera, Bautista Rojas, quien encabezó una turba ante el Congreso.

En análisis anterior se dijo que el problema entre Medina y Fernández quienes se disputan el poder era cosa de vida o muerte, pero los últimos acontecimientos de la semana pasada indican que quizás la disparidad va más allá si fuera posible y se decidirá pronto.

La aparente mediación del secretario general partidario, Reinaldo Pared Pérez, quien duró largas horas en reuniones por separado con los dos políticos el jueves, no llegó a ningún acuerdo. La próxima reunión del comité político del PLD está fijada para el lunes.

Fernández abrió una brecha al parecer imperdonable en el ánimo del presidente Medina y de su círculo íntimo, cuando sugirió que el país, con la modificación constitucional y su reelección se encaminaría a una dictadura, postulado que se convirtió en consigna.

Aunque los partidarios de una modificación constitucional que le permitiría al presidente Medina postularse de nuevo en el año 2020, enfocan su demanda hacia un solo párrafo de la Constitución, Fernández y su alarma le han dado a la causa carácter patriótico.

Al gobierno pudo haberle causado mal sabor que el doctor Fernández autorizara a un grupo de más de 40 generales, almirantes y oficiales de alto rango, a emitir un manifiesto en el cual se oponen a la modificación de la Constitución, algo inédito en la época democrática.

Algunos “sabios” de la política atribuyeron la militarización del palacio del Congreso Nacional a denuncias recibidas por los organismos de seguridad de que se planeaba un asalto y ocupación del mismo, y como respuesta anticipada de que el poder está en guardia.

Muro de acusaciones Contra el presidente Medina se han levando muros de acusaciones por parte de sus enemigos tradicionales y de altos dirigentes del PLD que acompañan a Fernández, como ocurrió hace un par de años cuando al expresidente lo “juzgaron” en la plaza pública.

Se trató de pantomimas que se llevaron a cabo en todo el país mientras Marcha Verde se hacía sentir en grandes manifestaciones que tuvieron al principio apoyo de algunos empresarios y que luego continuaron con el aliento de redes sociales y agitación y propaganda.

El doctor Fernández ignoró esas actividades en las cuales era juzgado y acusado de los peores actos de corrupción que se hubiesen cometido en el país. Marcha Verde cesó sus demandas con el último manifiesto de un sector radical que pedía la destitución del gobierno.

Más tarde ahí los cañones se tornaron contra el presidente Medina, alentados por las denuncias de actos de corrupción en la Odebrecht y otros acontecimientos que de una manera u otra se le atribuían a su régimen.

Pero también por la instigación de Fernández.

Tras el enfrentamiento en las puertas del Congreso al cual el ministro sin Cartera, Bautista Rojas, anunció que llevaría al día siguiente hasta 20,000 personas para “proteger la Constitución”, el gobierno mantuvo su silencio quizás esperando que las consecuencias recayeran sobre Fernández.

Con una sola baja, la del diputado Henry Merán, quien se vio sofocado por los gases lacrimógenos que lanzó la Policía, el acontecimiento recordó a quienes ordenaron la protección del Congreso, el asalto y quema del edificio del Parlamento de Paraguay, en el 2017.

Para el despliegue policial y militar puesto en sitio en el Congreso dominicano, fue poco lo que ocurrió si se toma en consideración la agitación mediática y la de tantas voces de alarma.

El presidente Macron, en Francia, apretó el puño a fines del año pasado contra los “chalecos amarillos” que salieron a la calle por el aumento del diésel.

El tema Odebrecht El tema de la empresa brasileña resurgió el miércoles pasado cuando el Informe con Alicia Ortega se hizo eco de una investigación del Consorcio Internacional de Periodistas en el cual se señala que la empresa Odebrecht repartió 39 millones en sobornos para agenciarse la construcción de Punta Catalina.

La empresa habría realizado, siempre de acuerdo al Consorcio, 630 pagos secretos en varios países y de ellos 118 estaban vinculados a la República Dominicana y 62 a coimas para la construcción de la termoeléctrica Punta Catalina.

El informe del Consorcio, publicado por el medio digital La Posta, de Ecuador, contiene 13,000 documentos de archivo guardados en una plataforma digital secreta conocida como “Drousys”. La mayoría de los pagos dominicanos se hicieron a través de firmas de Ángel Rondón.

El empresario Rondón fue enviado a juicio de fondo la semana pasada por el juez de la Suprema Corte de Justicia, Francisco Ortega Polanco, junto a otros cinco implicados en el escándalo previo de la Odebrecht, en momentos en que había un gran descreimiento sobre la idoneidad del magistrado.

Tras la publicación de los datos del Consorcio, se levantaron voces moderadas pidiendo que el procurador general de la República, Jean Alain Rodríguez, investigue la denuncia, pero otras reclamando al presidente Medina su destitución.

Toda la barahúnda de política, corrupción y la misteriosa muerte de varios turistas que se han hospedado en resorts, se produce en momentos en que República Dominicana está amenazada por cancelaciones de paquetes turísticos contratados para el resto del año y cuando algunas líneas aéreas están ofertando soluciones a sus clientes que han cancelado viajes.

La reunión de un grupo de empresarios del sector turístico y otras áreas en el Palacio Nacional con el presidente Medina, pareció más que una cortesía de devolver la reciente acogida al mandatario en uno de sus establecimientos, una manera de discutir lo que podría ser una situación grave y quizás dar apoyo al gobernante.

Los opositores a Medina, enfocados únicamente en como desbancar al gobernante del poder, al parecer no han puesto caso al serio problema que podría representar para las compañías que han invertido en los enclaves turísticos y la repercusión en el ingreso de divisas y el empleo.

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