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La peripecia de un padre que quiere que paren el acoso escolar contra su hijo

Juan Félix Gerónimo Medrano es un adolescente de 13 años que cursa el octavo curso (segundo de media) en el liceo Enrique Jiménez Moya, en Mata Hambre, Distrito Nacional, y lo que para sus padres pudo ser un buen año que ya culmina se convirtió en un martirio, por el constante acoso del que era víctima su hijo en el centro.

Y es que, según narra Félix Gerónimo, padre del menor, decidieron inscribirlo en ese lugar porque su madre se mudó al sector. El primer incidente del que fue víctima Gerónimo Medrano fue cuando en una ocasión entró al baño y allí lo atraparon dos compañeritos, quienes según cuenta su progenitor comenzaron a intimidarlo. Al llegar a su casa les cuenta lo ocurrido a sus padres, pero éstos no le dieron importancia, porque pensaron que se trataba de algo insignificante y que por tanto no se volvería a repetir.

Sin embargo, señala que meses después, el día antes de salir de las vacaciones de Navidad, ocurrió otro hecho que sí los alarmó. Su hijo sin querer le tumbó la merienda a una compañerita, y la respuesta que recibió fue un ataque de los hermanos de la niña que estaban en un curso más alto que el menor cuando éste salía de clases.

“Lo agarraron tres y uno de ellos lo agarró por el cuello, lo estaba ahorcando hasta que se le salieron las lágrimas, otro le tiró una piedra, la niña también estaba y él agarró un palo para defenderse”, narra Félix Gerónimo al recordar lo sucedido.

Dijo que aunque estaba fuera de la escuela esperándolo no se percató del incidente y se dio cuenta cuando lo ves que llega llorando.

Su periplo

Pero si para Félix Gerónimo es una impotencia ver cómo agreden y acosan a su hijo en la escuela, porque supuestamente es “necio”, lo ha sido peor tratando de que en algún lugar lo escuchen y eviten una situación peor.

Dice que tras las vacaciones de Navidad acudió a la escuela con el niño a poner la denuncia en la dirección.

“Tan pronto cuando yo llego a la dirección, la directora, su actitud siempre ha sido bastante incómoda e incomprensible, la directora lo primero que hizo fue negarme el hecho, ella dijo que eso no pasó en su escuela porque ella estaba ahí y ella no lo vio, inmediatamente mandan a buscar a los niños del incidente y ellos confiesan, entonces la psicóloga de la escuela toma nota y ahí está todo apuntado y la confesión del niño mío y el dato del incidente de los agresores que coincidía”, dijo.

Aunque le aseguraron que tomarían medidas sobre el asunto “todo quedo ahí”. Días después mandan a buscar a los padres y lo que se pensaba que era una solución que le tenían a su caso, resultó que era para hablarles del mal comportamiento que tenía el niño, lo que sus progenitores nunca han negado y en cambio han buscado ayuda para lidiar con la situación.

“Él es bastante inquieto y no le han diagnosticado nada, estuvo bajo la supervisión de psicólogos durante algunos meses y le prohibieron las bebidas energéticas, refrescos entre otras cosas, el niño es bastante inquieto, muy travieso pero no es dañino ni cosas violentas”, dice, tras señalar que nunca han dejado de asistir a una cita a la escuela cuando los mandan a buscar.

Tras ese hecho ocurrió otro que fue el que lo trajo a la redacción de Listín Diario a poner la denuncia, luego de acudir al Distrito Escolar al que pertenece el centro y hasta al Defensor del Pueblo, entidad que tuvo que intervenir.

Su hijo fue perseguido por un grupo de estudiante cuando salieron de la escuela. Tras alcanzarlo lo atacaron y empezaron a agredirlo. Su salvación fue una maestra que también se dirigía hacia la misma parada que el menor (la parada del Metro del Centro de los Héroes) y observó el incidente e intervino, siendo ésta agredida también por uno de los que participaban en el hecho.

Sus quejas no tuvieron efectos y, por tanto, se dirigió al Distrito Educativo al que pertenece el centro. “Yo fui al Distrito Educativo tan pronto ocurrió ese incidente, al distrito educativo 15-03 en Ciudad Nueva y me recibe una señora de nombre María Tavares, a cargo de este tipo de casos, quien se comunicó con la escuela, cuando ella se comunica con la escuela, le pide que hagan una reunión porque eso fue lo que yo fui a pedir, una reunión de padres, para que los demás padres de esos niños agresores tomen conocimiento del caso y por lo menos ver si eso ayuda”.

Explica que aunque le dijeron que harían la reunión, la directora le dijo que él no tenía que inmiscuirse en su escuela y que como él había ido al distrito educativo, que organizaran ellos la reunión. “Yo fui otra vez al distrito educativo y dije lo que ella me había dicho. Al comunicarse de nuevo con la directora desde el Distrito Escolar ésta negó los hechos. El hombre se apoyó del protocolo de Educación para este tipo de casos y se aprendió los pasos a seguir y acudió a la unidad de psicología del centro, donde también le pudieron trabas para pautar el encuentro, alegando que tenían mucho trabajo y que primero habían otras necesidades que atender.

“Yo le comuniqué a María Tavares en el distrito educativo la preocupación, de que esa reunión no se ha realizado, ellos son muy rápidos cuando quieren, mandar a buscar a los padres de un día para otro y uno va, pero para una reunión nunca tienen tiempo”, se quejó.

No conforme con la situación, Félix Gerónimo se ve en la necesidad de acudir al Defensor del Pueblo, donde por fin le pusieron atención. Su denuncia tiene fecha del nueve de mayo pasado. La asistencia de la abogada del centro que tiene que ver con asuntos de menores logró que le pautaran la cita, pero para el padre preocupado nunca había espacio ni tiempo.

Con el punto de agenda del bullying contra al niño y con la presión del Defensor del Pueblo, se pautó la reunión, pero para sorpresa del hombre cuando llegan al encuentro el tema fue sacado de la agenda y en cambio lo que le guardaron fue un folder lleno de quejas por el mal comportamiento del niño, incluyendo una amonestación a los padres por su irresponsabilidad con el menor y lo que éstos debían hacer para cambiar su comportamiento.

Aunque el esperado encuentro “se dio”, para los padres del menor sigue siendo una gran preocupación por la forma en que entiende las autoridades escolares evaden la responsabilidad sobre este tipo de situaciones, lo que a su juicio puede degenerar en hechos lamentables si no se detienen a tiempo.

Dijo que la única entidad que se ha identificado con su caso fue la Defensora del Pueblo y que, a pesar de que los compañeritos que han participado en los incidentes nunca han negado los hechos, ni siquiera así han logrado la atención del centro educativo, que en cambio, según él, lo que hace es acusar al niño de ser el acosador.

Y es que el tema del bullying escolar tiene preocupado tanto a padres como a las autoridades encargadas de prevenir la violencia, hasta el punto de que la Fiscalía comenzó a impartir charlas en las escuelas públicas para tratar de contrarrestar su impacto. La pasada semana estas charlas fueron impartidas por fiscales de las demarcaciones de Santo Domingo Este, Norte y Boca Chica.

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