Banilejos elevan su voz en reclamo de acción contra la delincuencia

La Iglesia católica y sectores organizados de Baní expresaron ayer preocupación por los acontecimientos de violencia y criminalidad que han estado ocurriendo aquí, mientras las autoridades competentes no aplican medidas para controlar el flagelo de los puntos de drogas, el crimen organizado y el expendio de bebidas alcohólicas en colmadones, en los que no hay control de horarios ni límite a los ruidos.

En una rueda de prensa efectuada en el Centro Parroquial de la catedral Nuestra Señora de Regla, el obispo Víctor Masalles declaró que a los banilejos y a la iglesia les preocupa “la sensación que se tiene de que la delincuencia y las drogas les quedan grande a la mano de la justicia, porque son patrocinadas por quienes deberían combatirla”.

“El pueblo tiene la sensación de que a la justicia se le ha escapado el control del orden público”, advirtió Masalles. En una convocatoria que reunió a representantes de diferentes sectores de esta ciudad, empresarios, comerciantes, profesionales, juntas de vecinos, y clubes de servicio, el obispo expresó que el pueblo banlejo, caracterizado por ser honesto, limpio y trabajador, “está profundamente preocupado por el brote de la delincuencia que azota a la ciudad en los últimos años, sobre todo por los acontecimientos de violencia recientementes en Baní que han provocado la indignación de la ciudadanía”.