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Fiscales también deben ser imparciales

Salida. El director de listín Diario, Miguel Franjul, en momentos en que despide al fiscal español Javier Zaragoza, el juez Alejandro Moscoso Segarra y la directora de la UAF, Wendy Lora Pérez.

Salida. El director de listín Diario, Miguel Franjul, en momentos en que despide al fiscal español Javier Zaragoza, el juez Alejandro Moscoso Segarra y la directora de la UAF, Wendy Lora Pérez.

El fiscal de España ante la Corte Suprema de Justicia, Javier Zaragoza, consideró que al igual que los jueces, el ministerio público tiene que ser imparcial e independiente. Argumentó que si dependen del gobierno de turno al final la gente piensa que favorecerá a sus intereses políticos.

“Tanto los jueces, los magistrados, como el ministerio público (fiscales) tienen que tener una situación estatutaria institucional muy parecida, sus funciones son distintas, quizás a los jueces se predica más el valor independencia, a los fiscales más el valor imparcialidad”, apuntó.

Se preguntó qué es la independencia sin imparcialidad, y viceversa, para luego responder que son dos valores que se complementan. Considera que no se puede ser imparcial si no es independiente respecto al poder, que es el que más presiona y que el quiere que hagas determinadas cosas.

Zaragoza, quien lleva más más de 30 años como fiscal de carrera en España, sostiene que el ministerio público tiene un papel similar a los jueces, porque es un órgano que tiene funciones de investigación y acusación en materia penal, por lo que lo que percibe de los jueces también involucra a los fiscales.

Justificó su postura de que la justicia debe ser imparcial e independiente frente al poder, porque es el sector que más presiona a los jueces.

“La justicia en el fondo su misión fundamental es cuidar al ciudadano de los abusos del poder, y en la relación administración-administrado siempre el afectado es el administrado”, visualizó, al participar en el Desayuno de Listín Diario. Sostiene que la justicia es la última línea de defensa del ciudadano, porque es la que garantiza los derechos y libertades frente a los abusos de la administración, de sus conciudadanos y de otros agentes y operadores económicos.

“En la medida en que sea una justicia imparcial, que garantice los derechos y libertades de todos, no solamente de unos pocos, estará cumpliendo con su papel y con su función”, expresó.

Expuso que la independencia depende de los mecanismos de designación, porque si son electos por el poder político, el ciudadano no percibirá independencia. Puntualizó que es un problema de percepción ciudadana, porque entiende que el asunto es ser independiente y al mismo tiempo parecerlo.

“Con su actuación diaria se tienen que legitimar y ganar la confianza de la ciudadanía, si esa conexión entre la ciudadanía y la justicia no se produce se está perdiendo uno de los vínculos fundamentales que sostienen el estado de derecho en las democracias”, precisó.

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